MADRID, 29 ABR. (Bolsamania.com/BMS) .- Con motivo del Día del Trabajo, la Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios Españoles ha publicado un decálogo con unas pautas para que, tanto los empresarios como los trabajadores, seamos más productivos en nuestros puestos de trabajo. A saber:
1. Dirigir por objetivos. A los empleados hay que valorarlos por los resultados. Medirlos por objetivos concretos, recompensando a los más eficaces y reconduciendo a los que no lo son.
2. Promover el talento. El talento no sólo se busca en el proceso de selección, también se desarrolla dentro de la empresa y, después, hay que mantenerlo. Para ello no sólo hay que evitar que los trabajadores más preparados se vayan a otra empresa, sino que hay que tener siempre presente que un trabajador descontento reduce considerablemente la potencialidad de su talento. No olvidemos que del talento depende el éxito.
3. Motivar a los trabajadores. Estimularles, inspirarles, fomentar que tengan iniciativas propias dando libertad a la creatividad. La empresa y el trabajador han de formar un todo. Se hace necesario potenciar las medidas de conciliación y flexibilidad para elevar su motivación; rinden más cuando ganan tiempo para su vida privada y cuando se les concede mayor capacidad de decisión y responsabilidad.
4. Pensar en positivo. Las situaciones de crisis, aunque parece mentira, son siempre una oportunidad para mejorar. La racionalización de los horarios españoles, normalizándolos con los de demás países de la Unión Europea, traerá indudables beneficios de motivación para los trabajadores que nos pueden dar la oportunidad de avanzar en la mejora de nuestro sistema productivo, haciéndolo definitivamente más competitivo.
5. Adaptarse a la realidad. Si no queremos trabajar a ciegas, hay que estimular a los directivos para que proporcionen directrices, saber qué esperan de uno y qué condiciones del negocio han cambiado para adaptarse.
6. Trabajar en equipo. Es preciso luchar juntos, unir fuerzas para salir adelante.
7. Ir tarea por tarea. Para mejorar la calidad de nuestro trabajo, es recomendable apuntar todas las tareas para vaciar la mente de estrés; y concentrarse en ellas una a una, abordándolas de principio a fin y tachándolas una vez las hayamos realizado. Si así lo hacemos ganaremos en perspectiva y en control de nuestro propio tiempo. Intentar hacer todo a la vez no funciona.
8. Protegerse del mail y del móvil. Para gestionar bien el día a día en nuestro trabajo, hay que saber organizar las agendas y eliminar, por ejemplo, las reuniones, actos, y viajes que sean prescindibles. También debemos defendernos del mail y del móvil; es importante planificar espacios en los que se cierra el correo y se hace el trabajo concentrado y sereno. Mirar cada cinco minutos si entra algo sólo sirve para distraerse y estar tenso.
9. Organizar mejor la jornada. Para empezar, hay que ser puntuales. En Europa y Estados Unidos suelen empezar la jornada a las ocho y dedicar media hora a comer; en España hasta pasadas las nueve no arrancamos, hacemos descanso para el café y almuerzos de dos horas, y la carga de trabajo entre la mañana y la tarde está descompensada. Todo ello es malo para la productividad, y por lo tanto para salir de la crisis.
10. Reunirse con efectividad. Las reuniones deben ser más cortas e involucrar a menos personas; celebrarse por la mañana o a primeras horas de la tarde; prepararlas con antelación y que no se conviertan en discusiones inútiles sobre asuntos de poca importancia. Igual que se fija una hora de comienzo hay que fijar también hora de finalización, y cumplirlas con un orden del día claro y anticipado.
N.A.