Los índices están en los niveles máximos: S&P 500 en los 2.193,81 puntos; Dow Jones en los 18.668,44 puntos y el Nasdaq Composite en los 5.271,36 puntos. A pesar de los temores, los inversores han seguido apostando por el mercado americano. Una de las principales razones es por la menor volatilidad que presenta Wall Street. Sin embargo, los analistas creen que no podrán subir más.
"En el mercado en general no se ve un entusiasmo exagerado en bolsa americana, pero sí se aprecian algunas señales de complacencia", explica Beatriz Catalán, gestora de Ibercaja Gestión. Por su parte, Albert Enguix, gestor de GVC Gaesco Gestión, asegura que pueden correr "poco más, ya que han agotado todo su potencial".

Los principales índices estado estadounidenses han marcado nuevos máximos históricos en agosto
Juan José Fernádez-Figares, director del departamento de análisis de Link, afirma que es muy difícil predecir el recorrido que puede quedar. "Un repunte inesperado de la inflación conllevaría una subida no contemplada por los inversores de los tipos de interés en EEUU, hecho que creo que limitaría mucho el potencial de subida de la bolsa estadounidense", avisa.
No obstante, señala que este mercado puede subir algo más de la mano de los valores energéticos y de crecimiento, especialmente si los precios del crudo se mantienen o recuperan terreno. “Pero, en principio, el nivel de los 2.200 puntos del S&P 500 se me antoja complicado de superar", precisa.
LA RAZÓN DE ESTOS MÁXIMOS
La salida de Reino Unido de la Unión Europa, conocida como Brexit, ha sido uno de los factores que ha influido en que los inversores se decanten por la bolsa americana. Por otro lado, Albert Enguix explica que a pesar de que los beneficios de las compañías van a la baja, los índices se sitúan en máximos por "las condiciones extremadamente ventajosas en cuanto a financiación que provoca que las propias compañías recompren sus acciones manteniendo los índices en máximos".
Además, hay que sumar una situación macroeconómica fuerte y la incertidumbre en Europa. "De esta manera tenemos el cóctel perfecto para que los índices americanos ahora mismo actúen como refugio de renta variable", añade el gestor de GVC Gaesco Gestión.
Por su parte, Beatriz Catalán explica que con estos máximos históricos hay que hacerse una pregunta: "¿Hemos visto el pico de beneficios en el ciclo de EEUU en 2014 o veremos un nuevo pico en los próximos años como espera el mercado?". Ante este escenario, Catalán señala que desde 1900, tras un pico de beneficios empresariales en EEUU, luego llega una recesión en el 81% de las veces.
No obstante, comenta que desde esa fecha ha habido cinco ocasiones en las que, tras tres trimestres consecutivos de caída de beneficios, luego los beneficios volvían a acelerar, marcando nuevos picos de ciclo antes de que llegara una recesión. "El mercado descuenta que ahora se va a repetir alguna de esas excepciones, y que los beneficios volverán a hacer nuevos máximos en los próximos trimestres/años", apunta.
¿QUÉ DIFERENCIAS HAY CON LAS BOLSAS EUROPEAS?
Los analistas estiman que el crecimiento de la bolsa estadounidense puede haber tocado techo
Un año más las bolsas estadounidenses y las europeas vuelven a ampliar su diferencial. Mientras el S&P 500 ha alcanzado nuevos máximos históricos con subidas en lo que va de año superiores al 6% (algo más del 2,5% teniendo en cuenta el efecto divisa), el Euro Stoxx 50 registra caídas del entorno del 8% y el Ibex 35 se deja más de un 10%.
Juan José Fernández-Figares explica que la diferencia entre la evolución de las bolsas estadounidense y europea es consecuencia de dos factores. El primero de ellos es la gran incertidumbre político-económica que hay sobre la zona euro, "que ha aumentado después del Brexit". Tras el Brexit muchos gestores han optado por reducir su exposición a los mercados de renta variable de Europa continental para aumentar la que tienen en las bolsas estadounidenses.
El segundo factor, añade, está relacionado con las mejores expectativas económicas que se barajan en el medio plazo para EEUU. "Así como la mayor fortaleza que presenta el sector bancario estadounidense, con sus deberes ya hechos, frente al europeo, que todavía tiene trabajo por delante", agrega.
Muchos analistas piensan que la brecha que existe entre las bolsas de los dos continentes tiene que cerrarse. Pero corren el riesgo de equivocarse: “No es así", según Albert Enguix, gestor de GVC Gaesco Gestión. La primera razón que da el gestor la comparte con Fernández-Figarez: "Los motivos de incertidumbre en Europa". Además, Enguix le suma el beneficio por acción a la baja que se da en Europa.
"Ahora mismo el inversor americano ve más atractivo en los emergentes que en la zona euro. Pero una caída de los americanos sí le influirá en negativo en Europa, más que nada por un efecto contagio", asegura Albert Enguix.Este contagio negativo también lo ve Beatriz Catalán, de Ibercaja Gestión. "Sí que es cierto que si viéramos una vuelta de las bolsas americanas, los mercados europeos también podrían sufrir", apunta. De hecho, Catalán explica que sólo se ha visto un de las ocasiones caídas en las bolsas americanas y que las bolsas europeas pudieran subir.
Sólo en un 5% de las ocasiones en las que la bolsa de EEUU ha caído, el mercado del Viejo Continente ha subido
POSIBLES RIESGOS EN LA BOLSA AMERICANA
El principal riesgo de la bolsa americana es, sin duda, la Reserva Federal de EEUU (Fed) y su decisión de subir o no los tipos de interés. En las actas de la última reunión de junio que se hicieron públicas el miércoles se mostró una división entre los miembros sobre la subida de tipos este año.
Sin embargo, Albert Enguix explica que con una subida de tipos, el rally de Wall Street no tiene por qué acabar. "Se prevé que la subida sea muy tenue, con lo que la afectación a la renta variable será mínima, ya que las condiciones excepcionales de financiación se mantendrán", señala. El director del departamento de análisis de Link discrepa: "La subida de tipos trastocaría seriamente el escenario que descuentan tanto los mercados de bonos como los de renta variable".
De hecho, asegura que los inversores no contemplan en estos momentos esa posibilidad. "Es más, hasta marzo de 2017 no esperan subidas de tipos por parte de la Fed. Nosotros creemos, no obstante, que es probable que antes de que finalice el año la Fed suba sus tipos", previene. “A lo mejor no en septiembre, pero sí en diciembre”, pronostica. Juan José Fernández-Figares insiste en que una subida de tipos en septiembre afectaría sin duda al comportamiento de la renta variable estadounidense en el corto plazo, "provocando un incremento de la volatilidad y la huida de los inversores de los activos percibidos como de mayor riesgo".