Iberdrola ha culminado con éxito la instalación en alta mar de la subestación del parque eólico marino Saint-Brieuc, en la Bretaña francesa. Esta infraestructura será el centro energético de la instalación que, una vez que entre en operación en 2023, se convertirá en el primer gran emplazamiento de Iberdrola de esta tecnología en Francia, el cuarto de la compañía del mundo, y el segundo en funcionamiento en Francia.
Con unas 3.400 toneladas de peso – más pesada que 20 aviones Boeing 747 – esta subestación será la encargada de recoger toda la electricidad producida por los 62 aerogeneradores con los que contará la planta, estimada en unos 1.820 GWh/año. La producción es suficiente como para abastecer las necesidades de 835.000 hogares, incluida la calefacción, y evitar la emisión a la atmósfera de casi 200.000 toneladas de CO2 al año.
Para trasladar a tierra la electricidad generada, la compañía instalará 90 kilómetros de cable submarino, casi tres veces más longitud que la necesaria habitualmente en un parque eólico terrestre. Todos los cables entre aerogeneradores serán enterrados, para garantizar la seguridad de la navegación y el mantenimiento de las actividades pesqueras dentro del parque
Esta infraestructura de distribución eléctrica ha sido fabricada en Bélgica por una joint venture integrada por Smulders (filial de Eiffage Metal) y Equans. La primera ha realizado la ingeniería y construcción tanto de la cimentación como de la subestación que aloja los transformadores y resto de equipamientos eléctricos – suministrados por GE Renewable Energy Grid Solutions -, mientras que la segunda ha llevado a cabo su ensamblaje y se encargará de su puesta en marcha.
La estructura que soporta esta subestación está formada por una cimentación (jacket) de 63 metros de altura y un peso de 1.630 toneladas. La subestación mide de 55 metros de largo, 31 metros de ancho y 23 metros de altura, con un peso total aproximado de 3.400 toneladas.
Ambos elementos llegaron a la zona del parque a finales de junio procedentes de los astilleros belgas de Equans, en Hoboken, y de Heerema Fabrication Group, en Vlissingen, donde se han fabricado la subestación y la cimentación, respectivamente.
Según ha destacado el responsable del negocio offshore de Iberdrola en Francia, Emmanuel Rollin, cuando esta instalación entre en funcionamiento, “el departamento de Côtes d'Armor, con el parque eólico marino de Saint-Brieuc a la cabeza, será el primer contribuyente de energía renovable en Bretaña, produciendo el equivalente al 9% del consumo total de electricidad de la región".
Plataformas eólicas con sello español
Además de la instalación de la subestación, la construcción de Saint-Brieuc también sigue avanzando con la colocación de las plataformas eólicas marinas (jackets) construidas por el consorcio Navantia-Windar.
Hasta el momento se han instalado 4 plataformas del total del 62 con las que contará la instalación. Estos elementos han sido fabricados en las instalaciones de Navantia-Windar en Brest y Fene, mientras que los pilotes que anclan los aerogeneradores al lecho marino se han construido en las instalaciones de Windar en Avilés.
Este proyecto ha supuesto la generación de 1.250 empleos directos en Avilés y Fene. Además, a raíz de este contrato – valorado en 350 millones de euros -, Navantia-Windar ha abierto una planta en Brest, Francia, donde se han fabricado los 186 stabbings y plataformas intermedias de las piezas de transición, y la estructura de celosía para 34 de las 62 estructuras del parque, generando 250 empleos.
La construcción del parque de Saint-Brieuc generará en Francia más de 1.500 puestos de trabajo repartidos entre diversas empresas en el país, (incluidos los 250 de la planta de Navantia-Windar Brest). Esto supone en total la creación de al menos 2.750 empleos entre ambos países.
Las plataformas de Saint-Brieuc descansan sobre tres patas. Cada una de ellas mide hasta 75 metros de alto, 25 de ancho y pesa 1.150 toneladas. Para la fijación de estas estructuras Iberdrola ha utilizado por primera vez un innovador dispositivo hidráulico denominado pile grippers que aporta una fijación adicional y proporciona estabilidad durante la fase de instalación, que se espera que comience en los próximos meses.
Iberdrola ha adjudicado ya a Navantia-Windar contratos por un valor superior a los 1.000 millones de euros, incluyendo la adjudicación a Windar de las piezas de transición de los parques eólicos marinos de Baltic Eagle, en Alemania y Vineyard Wind 1, en Estados Unidos, así como los encargos ya culminados para Wikinger, en el mar Báltico, e East Anglia One, en el Reino Unido.
Además, esta colaboración ha contribuido a convertir a Navantia en un referente global en la construcción de componentes de eólica marina y en el primer proveedor de este tipo estructuras en Francia, con uno de los mayores potenciales de desarrollo en esta industria en Europa.
Situado a unos 16 kilómetros de la costa, el parque eólico marino de Saint-Brieuc contará con una superficie de 75 kilómetros cuadrados. Su construcción supone una inversión global de cerca de 2.500 millones de euros.
Esta nueva instalación muestra la apuesta de Iberdrola por el mercado francés, en el que la compañía prevé invertir unos 4.000 millones de euros hasta 2025, principalmente en proyectos renovables.
La energía eólica marina es una de las claves del crecimiento de Iberdrola. Al igual que el grupo fue pionero en su apuesta por la energía eólica terrestre hace dos décadas, la compañía lidera el desarrollo de la eólica marina.