Si en diciembre de 2015 el mundo entero celebraba que Estados Unidos y China –primer y segundo emisor de Co2 del mundo-, se hubieran comprometido a reducir sus emisiones, hoy ocurre todo lo contrario. A falta de que el presidente estadounidense saque adelante la reducción de impuestos prometida y el paquete de inversiones en infraestructuras, Trump ha vuelto a protagonizar una jugada que permite al mundo olvidar que en el terreno económico no está llevando a cabo lo prometido. Esta vez ha jugado con el calentamiento global y ha sacado al país de ese histórico tratado de París firmado por el presidente Obama.
El antecesor del millonario ofreció reducir las emisones entre un 26% y un 28% para 2025 respecto a los niveles de 2005 con el objetivo de reducir la temperatura global en 1,5 grados. A más largo plazo se preveía que después de 2050 las emisiones causadas por el hombre se reduzcan a niveles que los bosques y océanos puedan absorber. Ahora mismo el segundo mayor emisor del mundo ha puesto estos retos en jaque.
Más allá de los efectos que esta retirada puedan tener sobre el clima mundial, lo cierto es que los mercados comienzan a fijarse en las compañías que podrían beneficiarse del Tratado de París. En la bolsa española el nombre propio es Gamesa.
Hace solo unas semanas, durante la publicación de sus resultados, Gamesa explicaba las buenas perspectivas de la demanda de sus productos tanto a medio como a corto plazo. Afirmaban que “el creciente número de países comprometidos con las energías renovables como mecanismo de contención del aumento de la temperatura y el cambio climático y la creciente competitividad de las fuentes renovables y entre ellas la eólica sientan las bases de unas sólidas perspectivas de demanda”, señalan. En este entorno, de hecho, nació la fusión de la española con Siemens Wind Power.
Parece que no hay que desfallecer, ya que al menos la Unión Europea y China -uno de los mayores obstáculos para la rebaja de las emisiones hasta París-, se han comprometido a seguir adelante con los planes.
Por tamaño, Gamesa es la segunda mayor compañía en bolsa en Europa de su sector, solo por detrás de la nórdica Vestas. En lo que va de año, la compañía sube más de un 24% en bolsa, y un 32% en el año, muy animada también por la operación corporativa mencionada y las perspectivas. Su potencial es de un 8% y la recomendación media de los analistas es de sobreponderar. De hecho, es la misma recomendación que tienen todas estas compañías, salvo Nordex. ¿Veremos actualizaciones de estas posiciones por parte de las firmas de análisis tras la decisión de Estados Unidos?
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