A pesar de que Bankia lleva dos años sin un plan estratégico, ha sabido llegar a nuevos horizontes en materia de resultados y negocio. Según argumentaban, una de las principales razones era que no tenía ningún sentido elaborar un plan sin saber cual iban a ser los requisitos de capital impuestos por los supervisores capitales.


La entidad financiera puso en marcha varias iniciativas similares a los demás sectores, como desviar los recursos de terceros hacia fondos de inversión y de pensiones, con los que así conseguiría aumentar los ingresos por las comisiones, la financiación de Pymes, el consumo de particulares, cobrar a los usuarios de otros bancos extracciones en metálico en su red de cajeros, así como suprimir gran parte de las comisiones de operaciones corrientes para así fidelizar a sus clientes.


A pesar de que esos fueron algunos mecanismos desarrollados en el pasado, lo cierto es que Bankia actualmente se enfrenta a un futuro incierto. Aunque no posee problemas de recursos propios, la integración de BMN podría tener una gran lógica industrial, ya que está presente en territorios donde Bankia apenas tiene negocio. Eso sí, se exigirá también una lógica financiera que dependerá del precio a pagar porque BMN ya que tiene menos rentabilidad, solvencia, coberturas de morosos y menor eficiencia, por lo que necesitaría algo de saneamiento.

Al igual que el resto de entidades, Bankia tiene muy dificil aumentar su futuro próximo en el actual esquema de tipos de intereses ultrabajos en los que se mueve la actividad financiera, y a pesar de que la entidad sigue teniendo una parte notable de su activo en créditos hipotecarios ligados a la evolución del euribor, esos créditos siguen siendo bajos.

Se considera que los tipos de intereses de Bankia evolucionarían considerablemente de manera que el euribor se situé en el entorno del cero, desde los niveles negativos que se mueve actualmente hasta colocarse en el terreno positivo en 2018. Aun así diversos analistas creen que la subida de estos tipos se retrasarían hasta el próximo ejercicio.
 
Ante las dificultades para que los ingresos financieros crezcan por el procedimiento de los rendimientos, la única alternativa que le queda a Bankia es hacer crecer el volumen de los créditos concedidos, aunque las perspectivas en ese terreno tampoco sería demasiado favorable. La entidad financiera se ha centrado en la financiación de Pymes y el consumo de particulares, que a pesar de partir de unos niveles escasos, está obteniendo fuertes ritmos de crecimientos.  En valores absolutos los incrementos no son demasiado reseñables, ya que la financiación a grandes empresas le tiene limitado por las restricciones de la UE hasta el próximo mes de enero, por esa razón quiere lograr incrementar su balance por la vía  del crecimiento inorgánico con la absorción de BMN, una integración que podría contribuir sin duda a la consecución de este objetivo.