Los expertos ya lo adelantaban: esta temporada de resultados sería peor que las anteriores y desde el primer momento se ha confirmado. Ayer Alcoa daba el pistoletazo de salida a dicha temporada con unas cuentas del cuarto trimestre negativas. Además, el jefe ejecutivo de Alcoa, Klaus Kleinfeld, prevé que el mercado del aluminio a nivel mundial registre un déficit este año teniendo en cuenta precisamente la desaceleración del gigante asiático a pesar de lo cual mantendría una demanda importante. A pesar de esto, el valor hoy se tiñe de verde. Las acciones de Alcoa suben un 1,70% pues los números rojos no hicieron más que confirmar las expectativas.

Tampoco ha conseguido aguar el comienzo de sesión Tiffanys. La conocida marca de bienes de lujo ha anunciado una bajada de previsión de ganancias para el conjunto del año, debido a que las ventas en la temporada de fiestas de fin de año se debilitaron marcadamente en EE.UU. y Europa. La compañía espera ganar entre 3,60 dólares a 3,65 dólares por acción en el año fiscal que termina el 31 de enero, lo que se compara con su guía previa de 3,70 dólares a 3,80 dólares. Las acciones de Tiffanys se desploman un 10,40%.

Kodak, por su parte, ha anunciado su reorganización de negocio reduciendo las divisiones de la firma de tres a dos y esperando conseguir así una mayor eficiencia y una mayor rapidez de negocio. Parece que a los inversores les gusta esta nueva idea de negocio y el valor rebota un 20%.

Dejando de lado las empresas…
EE.UU. vive pendiente del transcurso de la campaña electoral. Hoy los habitantes del Estado de New Hampshire acuden a la primera de una serie de primarias para escoger al candidato republicano que se enfrente al presidente Barack Obama en las elecciones presidenciales de noviembre. Ex gobernador de Massachusetts Mitt Romney parte como favorito para liderar el grupo conservador.

Además, hoy el jefe de gabinete de Obama, Bill Daley, ha dimitido. Le sustituirá Jack Lee, hasta ahora jefe de la Oficina del Presupuesto, quien se espera que mejore las relaciones de Obama con su partido en el Congreso, en especial con la izquierda demócrata, algo decisivo para su reelección.