S&P mejora el 'rating' de IAG debido a la esperada fuerte demanda del tráfico aéreo

La agencia de calificación crediticia S&P Global Ratings ha mejorado el 'rating' de IAG (Iberia) hasta 'BBB-' desde 'BB+', con perspectiva 'estable' debido a la esperada fuerte demanda del tráfico aéreo.

Según S&P, se prevé que el tráfico aéreo del grupo, que engloba a Iberia, Vueling, British Airways y Level, volverá a alrededor del 95% de los niveles anteriores a la pandemia en 2023 y al menos al 100% en 2024, desde el 76% en 2022.

S&P ha mencionado que se espera que el impulso positivo del rendimiento financiero haya continuado en la temporada de verano, y prevé que la demanda de viajes aéreos se acerque a los niveles anteriores a la pandemia en 2023.

En cuanto a los pronósticos financieros, se estima que el resultado bruto de explotación (Ebitda) ajustado alcance entre los 5.000 y 5.500 millones de euros este año, lo que supone una notable mejora frente a las previsiones de 3.380 millones de euros de 2022 y 4.000 millones de euros del 30 de marzo de este año.

Además, S&P calcula que la deuda se reducirá a unos 10.000 millones de euros en 2023, en comparación con casi 11.000 millones de euros en 2022. Esta reducción se debe a la expansión de los beneficios y la sólida conversión del Ebitda en flujo de caja operativo, lo cual compensará con creces la inversión en renovación de la flota.

La agencia también ha mencionado que la capacidad del sector seguirá siendo algo limitada, debido a retrasos en las entregas de aviones, escasez de motores y piezas de repuesto, y falta de mano de obra en toda la red de aviación.

Por otro lado, S&P ha establecido una perspectiva 'estable' para el 'holding', suponiendo que las condiciones macroeconómicas y geopolíticas no se deterioren inesperada y bruscamente. Además, también se ha tenido en cuenta el impacto sostenible en la aviación, ya que existen presiones para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.

La flota de IAG se espera que sea más eficiente en el consumo de combustible con las nuevas entregas de aviones de última generación, lo que puede contrarrestar algunos de los desafíos ambientales y regulatorios que enfrenta el sector.