El consorcio SIS, conformado en un 51% por Fininc y en un 49% por Sacyr, ha recibido la autorización para la puesta en servicio del último tramo de la autopista de peaje Pedemontana-Veneta, cuya inversión asciende a 2.600 millones de euros. Esta noticia supone un hito importante en el desarrollo de la infraestructura y ofrece nuevas oportunidades en el sector financiero y bursátil.
Una vez recibida la autorización, el túnel de Malo, de seis kilómetros de longitud, será abierto oficialmente al tráfico este viernes a partir de las 18.00 horas. La inauguración de este tramo final de la autopista Pedemontana-Veneta es un gran logro para la compañía y para el país en términos de conectividad y desarrollo económico.
La concesionaria SIS, en la que Fininc tiene el 51% de participación y Sacyr el 49%, será la encargada del diseño, construcción, financiación, operación y mantenimiento de la autopista durante los próximos 39 años. Este proyecto ha requerido la construcción de 162 kilómetros, incluyendo dos túneles y ocho viaductos.
Sacyr ha destacado que el proyecto de la autopista Pedemontana-Veneta ha sido diseñado y construido con las últimas innovaciones en seguridad, tecnología y sostenibilidad. Se ha utilizado un sistema de iluminación innovador y pavimento fonoabsorbente y anti acuaplaning. Además, los muros de las trincheras tienen diferentes colores según el municipio que se atraviesa, facilitando la orientación de los usuarios.