La psicología influye en la toma de decisiones en todos los ámbitos y en el trading no iba a ser menos. Tensión, miedo, pánico, alegría, euforia… son solo algunos de los sentimientos que genera invertir. El analista independiente y colaborador de Estrategias de inversión, Ramón Bermejo, explica que “en el momento en el que arriesgamos nuestro propio capital ya nos está influyendo. Nos genera miedo, ansiedad, nos genera pánico, y también las ganas de obtener más capital nos hacen ser ambiciosos y querer tomar más posiciones”.
Por lo tanto, uno de los aspectos más importantes a la hora de invertir son precisamente las emociones, porque con ellas, “aunque tengas un plan de trading muy específico se complica el cumplimiento, porque te entran emociones muy fuertes tanto de miedo como de euforia”, señala el co fundador del quant advisor Accurate Quant, Narciso Vega, quien defiende que a la “hora de invertir debería haber cero emociones porque en el momento en el que las hay no cumples el plan de trading”.
La importancia de la psicología se hace patente desde el momento en el que se comienza a invertir y el resultado de esas primeras operaciones, y las consiguientes emociones que generen, pueden marcar el devenir de los resultados futuros. La propia naturaleza del ser humano parece no estar preparada para las pérdidas.
Las personas quieren siempre ganar a toda costa. No obstante, también se puede “morir de éxito”, debido a que las ganancias pueden desembocar en una ambición desmedida que lleve a tomar muchas veces más posiciones de las que debería ser deseable. “Cada posición abierta es un riesgo que nos podría costar dinero. Abrir una posición en un mercado, sobre todo de futuros, es una cosa muy seria”, advierte Bermejo.
El profesor del máster en Bolsa y Mercados Financieros del IEB, Alexey de la Loma Jiménez, considera que las personas no están preparadas ni para perder ni para ganar. “Las pérdidas nos generan miedo y la ganancia nos genera avaricia, y estos sentimientos son los que mueven el mercado a corto plazo. Por ejemplo, un trader que acaba de comenzar y lleva cuatro operaciones seguidas ganando, puede que decida aumentar su apalancamiento o modificar su stop loss debido a un sentimiento de falsa seguridad”.
El profesor de finanzas de la Universidad Rey Juan Carlos, Raúl Gómez Martínez, va más allá señalando las hormonas generadas como el origen de las emociones. “En fases de la luna llena los niveles hormonales son más altos, y se ha demostrado que los traders con niveles hormonales más altos son más tolerantes al riesgo.
Si unimos ambos argumentos, observaremos que en fase de luna llena hay un patrón diferente en el comportamiento de los mercados”.
Pero, ¿cómo se deben preparar los inversores para evitar las emociones? Por supuesto, una vez más, la clave es el plan de trading, “simplemente tener un pan de acción, que incluya cuándo operar, cómo operar y cuándo cerrar la posición. Si uno no lo tiene claro, lo mejor es que no opere antes de estrellarse”, indica Bermejo.
Por su parte, De la Loma aconseja leer todo lo que pueda sobre psicología aplicada al trading y nunca comenzar a operar con todo el capital, ni con un elevado apalancamiento.
La psicología en el trading debe utilizarse para ser inversores disciplinados, operar siempre con stop loss y evitando que las emociones influyan negativamente a la hora de tomar decisiones. Sin embargo, no en todos los casos, la psicología humana afecta de la misma forma. La diferencia está en los plazos, ya que a medida que el plazo se va reduciendo mayor influencia ejercen las emociones, por lo tanto, el trader de corto plazo se verá más influenciado por las emociones.
También dependerá del tipo de estrategia, cuanto más discrecional (menos cuantitativa) sea esta, mayor influencia ejercerá la psicología en el resultado final. El profesor del IEB indica que “obviando estas diferencias, podríamos decir que el control de las emociones siempre ejerce una gran influencia por muchas razones, por ejemplo el hecho de ver el resultado en tiempo real y desde el inicio de las operaciones afecta al trader”.
Evitar no dejarse llevar por los sentimientos a la hora de ejecutar operaciones en el mercado no es nada fácil. De hecho, Gómez Martínez lo considera prácticamente imposible porque “la misma operación puede dejarle al trader un sabor dulce o amargo, dependiendo de su estado de ánimo”. De nuevo, lo importante es tener una estrategia clara y bien definida que pueda aislarse de las emociones.
En opinión de Bermejo es mejor comenzar a invertir ganando porque “si uno está operando con un plan, en el momento en el que empiezas a ganar en la siguiente operación vas a estar menos nervioso y vas a tener una mayor tranquilidad al saber que lo que estas arriesgando son ganancias de un trading anterior y no tu propio capital”.
Ganando o perdiendo, lo que hay que tener en siempre presente es que no hay métodos infalibles y lo que hoy funciona bien puede ser que mañana no sea adecuado. “Ante eso siempre hay que ser prudente, reflexionar sobre lo que se está haciendo y buscar la mejora continua”, enfatiza Gómez.
Más allá del trabajo mental y psicológico que haga el trader para mantener sus emociones al margen, los avances tecnológicos permiten eliminar totalmente, o casi, el factor humano de las inversiones, gracias a la inteligencia artificial y los sistemas automáticos de inversión.
Diferentes opiniones existen sobre la utilización de estos sistemas, analistas que no creen en ellos porque no pueden sustituir a la mente humana y otros que defienden su uso. Por ejemplo, Ramón Bermejo considera que “los sistemas automáticos nos pueden servir como alertas pero no para delegar en ellos operativas de trading porque no tienen la capacidad que tiene la mente humana para analizar todos los elementos que están en el mercado”.
Por su parte, el co fundador del quant advisor Accurate Quant defiende que “los sistemas automáticos de trading funcionan y gran parte de ellos mejor que la inversión humana porque llevan quitado el factor emocional. Estamos hablando de una industria que en España no se conoce pero que lleva 30 años. Al revés esto está súper testado y con muchísimos años de comprobación”. Raúl Gómez apunta, además, que loss sistemas de trading algorítmico, “además de estar operando de manera ininterrumpida han demostrado que son capaces de batir al mercado de forma sistemática”.
Así, parece que el uso de tecnología la inteligencia artificial en los mercados financieros no ha hecho más que dar sus primeros pasos y todavía no somos capaces de adivinar el potencial real que pueden alcanzar. Tal vez en un futuro los inversores sean sólo máquinas que al dejar a un lado las emociones consigan la eficiencia perfecta de los mercados, sin la emoción del factor humano.