El gigante helvético, que tuvo que realizar depreciaciones por casi 49.000 millones de dólares por la crisis del crédito
, dijo que en el cuarto trimestre salieron fondos por 58.200 millones de francos de su filial de banca privada, por encima del trimestre anterior y de las previsiones.
Ante la magnitud de lo que se avecinaba, el gobierno helvético aplicó a finales de 2008 un plan de salvamento del banco por valor de 44.994 millones de euros.
Tras anunciar los resultados, el director del banco Marcel Rohner, repitió lo que el presidente del Consejo de Administración, Peter Kurer, había dicho poco antes: UBS será rentable este año.
La banca de negocios, donde se originó el cisma de UBS, comenzó bien el año, según Rohner, sin especificar montos, pero asegurando que este hecho es una clara señal positiva.
De hecho, lo único que quedó claro hoy es que el banco va a suprimir 2.000 empleos suplementarios en esta sección, con lo que ya serán 7.000 los empleos erradicados en la banca de negocios desde que comenzó la crisis.
Pese al optimismo de sus directivos, los resultados de hoy mostraron que la pérdida de confianza de los clientes e inversores se tradujo el año pasado en amplias salidas netas de capital.
Primer y cuarto trimestre, los peores
El primer y el cuarto trimestre fueron los más catastróficos, mientras que entre abril y junio las pérdidas fueron de 236 millones de euros, y entre julio y septiembre, incluso se logró un beneficio de 195 millones.
La pérdida de confianza de los clientes e inversores se tradujo en las salidas netas de capital.
En el cuarto trimestre, alcanzaron los 38.480 millones de euros en la gestión de fortuna, y 18.252 millones de euros en la gestión institucional.
En la totalidad del año 208, las salidas netas de capitales se elevan a 149.440 millones de euros.
En el plan de salvamento también se estableció que la Banca Nacional Suiza (BNS) adquiriera los activos tóxicos de la institución.
Adquisición de activos tóxicos
No obstante, hoy se ha conocido que la BNS adquirirá activos tóxicos por valor de 30.380 millones de euros, contra un máximo establecido inicialmente de 39.706 millones.
Por otra parte, y tras unas intensas y polémicas semanas, la Autoridad de Vigilancia de los Mercados Financieros (FINMA, en sus siglas en francés) autorizó a UBS a redistribuir entre sus empleados 1.190 millones de euros en base a la remuneración variable de 2008.
La Autoridad ha argumentado que UBS se había comprometido con anterioridad a versar estas remuneraciones, por lo que estaba obligada a cumplir con ese compromiso.
No obstante, la FINMA ha establecido condiciones más estrictas para este tipo de beneficios para el futuro.
El debate sobre la pertinencia de estas retribuciones copó los noticieros y las portadas de los diarios ante la estupefacción de muchos ciudadanos que no entendían como el banco iba a distribuir beneficios cuando tuvo que ser salvado por el Estado con dinero público.

