El Banco de España ha admitido que la trayectoria expansiva de las exportaciones hispanas hacia el Reino Unido se interrumpió en 2017, el primer ejercicio económico completo del Brexit. Aun así, desde la autoridad regulatoria, matizan que la exposición comercial de las firmas españolas al Reino Unido es relevante, “aunque inferior a la que se mantiene con los principales países de la UE”.

En cierto modo, los expertos del banco central español explican el retroceso en las ventas a la constante depreciación de la libra frente al euro en la mayor parte del último trienio. Y creen que la mayor diversificación de los agentes económicos hispanos que operan en Reino Unido en relación a las que exportan o invierten en otros mercados comunitarios, porque “obtienen más ramificaciones en economías anglosajonas” hará que se atenúe las tensiones. Si bien el impacto real -aseguran- “se verá cuando se conozcan todos los puntos del acuerdo de la separación”.

El Reino Unido es un mercado clave para el sector privado español. Según el ICEX, las empresas que exportan bienes a la economía británica representan alrededor del 7% del número total de exportadores, mientras que el porcentaje de empresas que importan bienes desde la economía británica asciende al 10% del total de importadores. De manera más específica, a tenor del censo de compañías exportadoras, el número de operadores empresariales que mantienen negocios con Reino Unido aumentó en un 8% entre 2012 y 2017 -el sexenio dorado- hasta alcanzar la cifra de 11.695.

Las empresas españolas esperan con prudencia y precavidas el divorcio británico

Pero, ¿cómo están afrontando las empresas el desafío del Brexit en la parte culminante de este proceso, cuando se sabe fehacientemente que habrá divorcio, pero no las condiciones? Y, sobre todo, ¿qué parámetros manejan para abordar otro año de incertidumbre?

Banco Santander

La entidad bancaria que preside Ana Patricia Botín se Santander se ha instalado en la tranquilidad. Entre otras razones, porque Santander UK -precisan- “es un banco cien por cien británico; en línea con nuestro modelo de filiales”, de modo que “está supervisado por las autoridades regulatorias del Reino Unido y, como tal, opera bajo la ley británica”. Es decir, que “es autónomo en capital y liquidez”. Por eso -enfatizan desde la institución financiera- el Brexit “nada va a cambiar ni para los clientes ni para los empleados de Santander UK”. Además, y dado que el banco tiene su sede en la Unión Europea, “ya disponemos de un modelo para dar servicio a los clientes del Reino Unido y de la UE que requieran servicios transfronterizos”. En Santander también destacan su experiencia internacional. “Estamos presente en diez mercados principales y muchos de ellos no forman parte del club comunitario”.

Iberdrola

La multinacional energética que preside José Ignacio Sánchez Galán corrobora su “firme compromiso con el Reino Unido, porque, como reza nuestro lema en ScottishPower, nuestra función es mantener a la gente conectada, y tenemos un importante plan de inversiones en el país que vamos a cumplir para seguir ofreciendo el mejor servicio a nuestros clientes”. En la eléctrica española dicen haber “revisado los impactos potenciales en nuestro negocio” de un Brexit inminente y, “a grandes rasgos, nuestra operativa habitual continuará como hasta ahora”. Nuestra filial ScottishPower, 100% verde, “tiene un enorme potencial para construir nuevas instalaciones renovables, especialmente parques eólicos marinos”. Aun así, la compañía apela a perseverar en los cauces de entendimiento: “lo deseable es que el proceso se haga con el mayor acuerdo y consenso posible”.

 

 

CEOE

Es evidente que la salida del Reino Unido no es una buena noticia para los empresarios de nuestro país si consideramos la fuerte vinculación económica entre ambas economías, afirma Marta Blanco, presidenta de CEOE Internacional. “Reino Unido no es sólo el primer destino de las inversiones españolas directas en el exterior, sino el tercer mercado para las exportaciones españolas de bienes y servicios y el primer emisor de turistas extranjeros en España”. Blanco se anima a enumerar los efectos más relevantes del divorcio británico. En concreto, menciona tres. Por un lado, la incertidumbre que ha generado el proceso de salida del Reino Unido de la UE en las empresas; en segundo término, el temor a que, una vez transcurrido el periodo transitorio, aumente la divergencia regulatoria entre la UE y Reino Unido y, por último, la necesidad de que se garantice en el futuro un entorno de negocios igualado (level playing field).

Desde el punto de vista técnico -dice la presidenta de Internacional de CEOE- “la ruptura con el mercado interior será total una vez expirado el periodo transitorio, tanto de su mercado interior como de las reglas que rigen el movimiento de bienes, servicios, capitales e inversiones”. De manera que “la cuestión ahora es saber si el Reino Unido seguirá alineándose a los estándares de la UE o si, por el contrario, abogará por un modelo diferente, más cercano al de otras grandes economías”. Este asunto resulta crucial porque determinará si las empresas a ambos lados del canal operarán con las mismas reglas, especialmente en un momento como el actual, marcado por la creciente divergencia entre los principales bloques económicos en temas tan relevantes como la digitalización, por poner sólo un ejemplo. 

 

 

Blanco juzga “fundamental que ambas partes negocien acuerdo comercial ambicioso en todos los capítulos -desde bienes, a servicios e inversiones, pasando por contratación pública, por la propiedad intelectual, las barreras técnicas al comercio, las normas sanitarias y fitosanitarias o la cooperación regulatoria, entre otros-, y que tanto Europa como Reino Unido estrechen sus vínculos futuros más allá del acuerdo la cooperación en otros ámbitos”, de manera que puedan consolidar el level playing field, el tráfico aéreo, la pesca, el libre movimiento de profesionales y de turistas o la cooperación científica y tecnológica. Entre otros muchos nichos de colaboración. Sobre los sectores e industrias afectadas, la directiva de la patronal asegura que serán muchas empresas de numerosos segmentos productivos. Aunque las firmas industriales especialmente dependientes de las cadenas de suministro entre el Reino Unido y la UE serán una de las más perjudicadas. Además de los sectores expuestos a una creciente divergencia regulatoria y a unos niveles de competencia mayores respecto a los de sus productos originarios, como la pesca o el turismo.             

La CEOE asegura haber hecho pedagogía con las empresas. “Hemos realizado una intensa labor informativa mediante la celebración de numerosos encuentros y reuniones de trabajo en CEOE, la difusión de información y la organización de encuentros informativos en el territorio español, junto a la Secretaría de Estado de Comercio y la Cámara de España, a lo largo y ancho de todo el territorio, y la celebración de encuentros conjuntos con la embajada del Reino Unido en España” explica Blanco, para quien los planes de contingencia difieren en función de “las necesidades concretas de cada sector”. La CEOE -enfatiza- además de persistir en las laborares informativas, insistiremos al Gobierno en que se refuercen las actividades de promoción de productos y servicios made in Spain en Reino Unido, un destino que es y seguirá siendo prioritario para las empresas españolas. “La búsqueda de mercados alternativos es una buena opción, aunque en ningún caso deben entenderse como sustitutivos de uno tan relevante como el británico”.

Sobre la fuga de entidades financieras de la City y de empresas de suelo británico, la encargada del Área Internacional de CEOE aclara que “ha habido algunas reubicaciones a algunas capitales, incluida Madrid; sin embargo, Londres seguirá siendo la capital financiera de Europa, porque es la urbe más globalizada y avanzada de Europa, con un entorno de negocios abierto”, además de “un entramado de empresas, think tanks, centros tecnológicos y universidades de primer nivel”; en definitiva, “Londres seguirá siendo una ciudad que ofrece muchos atractivos profesionales en el sector financiero”.               

Bolsas y Mercados Españoles (BME)

La actividad bursátil en el mercado de Renta Fija, según BME, ha sido especialmente dinámica en 2019. El AIAF, registró emisiones en la primera mitad de diciembre, durante la que se celebró la jornada electoral en Reino Unido, por valor de 7.830 millones de euros.

 

 

Curiosamente, la cifra más alta intermensual de todo el ejercicio, lo que deja constancia de su vigor en el tramo final del año. En el segmento de deuda corporativa tuvieron un especial protagonismo las operaciones de cédulas de entidades financieras, explican desde la entidad bursátil española. Las más relevantes fueron las emisiones de Santander -por importe de 1.750 millones-, uno de los estandartes de capital español en Reino Unido, de Bankinter - por 1.200 millones-, y de Bankia: 160 millones.

A estas operaciones de cédulas hipotecarias se unen las titulizaciones de CaixaBank PYMES por 2.400 millones de euros y de BBVA RMBS por 1.800 millones, con las que estas entidades han movilizado sus carteras de préstamos para obtener nueva liquidez. Gonzalo Gómez Retuerto, director general de BME Renta Fija, destaca que “los crecimientos registrados en 2019 muestran muy claramente el firme compromiso de BME con el desarrollo de los mercados de Renta Fija, a los que pueden acudir a financiarse emisores públicos y privados de cualquier tamaño y que están abiertos a la participación de todo tipo de inversores nacionales e internacionales”.