La presión fiscal española se situó en 2007, no obstante, seis décimas por encima del dato de 2006, cuando el peso de los impuestos alcanzó el 36,5% del PIB.

El peso de los impuestos sobre el consumo en España se situó en el 15,9%, el segundo dato más bajo de la Europa de los 27, por detrás de Grecia (15,4%).


Con respecto al trabajo, el peso de los impuestos se situó en 2007 en España en el 31,6%, 2,7 puntos menos que el dato de la zona euro, que asciende al 34,3%.

El peso de los impuestos sobre el capital en España se situó en 2007 en el 42,4%, en cuarto lugar por detrás de Chipre (50,5%), Dinamarca (44,9%) y Reino Unido (42,7%).

En la zona euro, la presión fiscal se situó en el 40,4% en 2007, una décima por encima de los niveles de 2006, cifra comparativamente alta con respecto al resto del mundo, especialmente en el caso de Estados Unidos y Japón, de los que se diferencia en más de doce puntos porcentuales.

No obstante, los porcentajes cambian bastante entre los Estados miembros de la Europa de los 27, desde porcentajes por debajo del 30% en Rumanía y Eslovaquia (29,4%), hasta más cercanos al 50%, como el caso de Dinamarca (48,7%) y Suecia (48,3%).