La planta de fabricación que pretende construir Iberdrola tendrá una capacidad de producción de 1,6 GW al año, equivalente a 3 millones de paneles, y podría cubrir un tercio de la demanda actual en España de estos equipos.
Una parte importante de la producción de estos paneles se instalará en la propia Extremadura, al ser la región líder de esta tecnología en España con una cuota de mercado de cerca del 25%. Esta nueva industria impulsará el desarrollo económico local con la creación de 500 puestos de trabajo directos.
Esta iniciativa requerirá de financiación europea para garantizar su competitividad. Se podría enmarcar en el “Net Zero Industry Act”, el paquete de medidas anunciado recientemente por la Comisión Europea para robustecer la resiliencia y la competitividad de las tecnologías de fabricación libres de emisiones en Europa, así como asegurar un sistema energético más seguro y sostenible.
Este nuevo programa se inspira en el “Inflation Reduction Act” norteamericano. Las ayudas específicas para la fabricación de paneles fotovoltaicos están pendientes de concretar, y podrían proporcionar el apoyo económico a la producción necesario para hacer competitiva la fabricación local de componentes esenciales para la transición energética.
Apuesta por la innovación y la industria
La apertura de esta nueva fábrica en Europa responde al interés Iberdrola por alcanzar una fabricación competitiva a nivel de la Unión Europea y por buscar soluciones en el continente para lograr una mayor autosuficiencia energética y menos emisiones invirtiendo en renovables, redes, almacenamiento e hidrógeno verde y apoyando el desarrollo de empresas industriales innovadoras.
Gracias a una estrategia de anticipación, que transciende a todas las unidades de negocio de la compañía y a todas sus áreas geográficas, Iberdrola es hoy en día la ‘utility‘ privada que más invierte en I+D en todo el mundo, destinando más de 2.000 millones de euros en la última década. En esta línea, la compañía prevé superar los 4.000 millones de euros de inversión en actividades de Innovación, Desarrollo e Investigación (I+D+i) para 2030, duplicando así al final de la década su inversión en esta área.
En 2008, Iberdrola creó su programa PERSEO para fomentar el desarrollo de start-ups y empresas industriales innovadoras que trabajen en nuevos ámbitos de la electrificación y en sectores difíciles de descarbonizar. Desde su creación ha invertido 175 millones de euros en negocios que desarrollan tecnologías innovadoras, poniendo el foco en aquellos que permitan mejorar la sostenibilidad del sector energético mediante una mayor electrificación y descarbonización de la economía.
Extremadura, punta de lanza
Extremadura juega un papel clave en la expansión renovable de Iberdrola en España. En total la energética cuenta con más de veinte instalaciones renovables en la comunidad con una potencia verde instalada superior a los 4.000 MW, de la que 2.000 MW corresponden a las 12 plantas solares que tiene en funcionamiento en la región.
La comunidad también tiene una especial relevancia para la compañía en su desarrollo de energía hidroeléctrica. En Extremadura cuenta con ocho centrales hidroeléctricas que suman una potencia instalada superior a los 2.000 megavatios (MW) de energía renovable.
La región continuará destacando en el desarrollo de Iberdrola en los próximos años. Solo en el periodo 2020-2025, se habrán instalado más de 2.800 MW renovables, con una inversión superior a los 1.700 millones de euros, que habrán generado en el quinquenio unos 7.400 empleos aproximadamente.
La compañía presidida por Ignacio Sánchez Galán, además, pondrá próximamente en marcha en la localidad cacereña de Cedillo su primera comunidad solar de España para un pueblo completo. Una iniciativa que permitirá a los vecinos reducir su factura eléctrica entre un 30% y un 50%, al mismo tiempo que contribuye al desarrollo de esta localidad y a hacer frente a la despoblación.