Conforme los países traten de estimular sus economías, si bien no espera que esto degenere en “guerras”.

“No creo que estemos entrando en una era de guerras monetarias, pero está claro que habrá tensiones,
especialmente si uno tiene países con superávits comerciales o de cuenta corriente y que intervienen para

mantener sus monedas a tipos de cambio más bajos”, dijo Zoellick en una conferencia telefónica con periodistas hoy.

Japón vendió yenes el mes pasado por vez primera en seis años para estimular las exportaciones y el crecimiento
económico, sumándose a países por toda el Asia y América Latina que han reducido las alzas de sus propias monedas respecto del dólar. El ministro de Hacienda de Brasil, Guido Mantega, advirtió el 27 de septiembre de que podía haber una “guerra de monedas” y que su Gobierno comprará todos los “dólares excedentes” que haya en el mercado para contener la apreciación del real.

China ha dado lugar a críticas internacionales limitando las alzas de su tipo de cambio. El yuan ha subido
cerca de un 2 por ciento frente al dólar desde que el Banco Popular de la China prometió en junio que habría una mayor flexibilidad en la moneda, tras fijar el tipo de cambio alrededor de 6,83 por dos años.

El primer ministro chino, Wen Jiabao, hizo hoy un llamamiento a tener tipos de cambio, “relativamente estables”, con lo que rechazaba las exhortaciones de Estados Unidos a que se suba el yuan más rápidamente para reducir los superávits comerciales de la China.

El crecimiento lento de las economías maduras y la rápida expansión de las emergentes están creando distorsiones en los mercados financieros, dijo Zoellick.