Son 50 puntos básicos menos en relación al porcentaje de los depósitos que deben guardar en el banco central chino. Se trata de un cambio de tendencia ya que en los últimos meses las autoridades chinas han elevado con fuerza este ratio para frenar la inflación y relajar el crecimiento económico.

Este movimiento, por lo tanto, muestra que las autoridades chinas han cambiado su principal objetivo, que hasta el momento había sido frenar los precios. Su preocupación parece ser ahora la ralentización económica.