Las necesidades de liquidez de CAM, la caja alicantina intervenida por el Banco de España, son apremiantes. La entidad, que desde principios de año ha sufrido una continua sangría de depósitos, tiene que afrontar vencimientos de deuda de casi 12.000 millones de euros hasta 2014.

Ante esta situación, la caja que actualmente está gestionada por representantes del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), ha decidido volver a la primera línea de la guerra del pasivo que, tras la pausa verianega, ha vuelto a encender el sector financiero español.

La entidad ha lanzado un depósito para dinero nuevo, con una inversión mínima de 15.000 euros y un tope de 300.000, que llega a ofrecer una rentabilidad del 5% si se mantiene durante el plazo máximo previsto, de 24 meses. La Tasa Anual Equivalente (TAE) máxima es del 3,09%.

Esta rentabilidad, aunque elevada, se sitúa por debajo del límite impuesto por el Gobierno y a partir del cual las entidades tienen que pagar una penalización al Fondo de Garantía de Depósitos (FGD).