El Banco Espírito Santo atribuyó esta mejora de sus cuentas al crecimiento registrado por sus divisiones internacionales, principalmente Angola, Brasil, Reino Unido, Mozambique y España.

El segundo mayor banco portugués cotizado sufrió un descenso de los ingresos del 6%, que fue compensado por un incremento del 17% de las comisiones y del 12% de los resultados de operaciones financieras (ROF).