Casi con una frase define perfectamente el cambio de política, de pasar de aceleración a velocidad de crucero. Con esto se refiere a que las subidas de tipos de interés vendrán con un ritmo más marcado que en ocasiones anteriores. Recuerden que llevamos un par de años con unas intenciones pero que se han ido matizando según pasaba el tiempo porque los datos y la situación general no permitían el ritmo planeado. Ahora, parece que eso sí se está dando y les está quitando algo de presión de encima, el problema es que la política que venga de la Casa Blanca puede alterar estas tomas de decisiones aunque en las previsiones de la Reserva Federal no se está incluyendo.
La realidad es que la Reserva Federal ya no tiene que preocuparse por intentar sacar a la economía de Estados Unidos de un pozo, sino que está yendo con cierto paso y quieren mantenerlo, algo que hay que tener en cuenta a la hora de gestionar las subidas de tipos de interés.
Recuerden que piensan que la economía está en un ciclo alcista con cierta potencia, tanto, que podría permitirles deshacerse de la cartera de deuda que han adquirido durante la crisis, algo que ayudaría subir los tipos de interés a cotas en donde la altura por alcanzar pudiese servir como arma para futuros problemas. Precisamente, los bajos tipos de interés en estos momentos es uno de los puntos que preocupa a todo el mundo, ya que parecen no permitir alcanzar cotas anteriores a la crisis financiera y por lo tanto no tendrían el mismo efecto en la economía si hubiese que bajarlos otra vez.