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    Apalancamiento en Futuros sobre acciones

    ¿Qué es el apalancamiento en futuros sobre acciones?

    Lo primero para entender qué es el apalancamiento en futuros sobre acciones es saber qué es el apalancamiento y qué son los futuros. Lo primero, el apalancamiento, consiste en pedir prestado capital para invertir en más acciones de las que se puede permitir por sí mismo. El apalancamiento bursátil puede suponer un aumento de la rentabilidad de la inversión, pero puede perder más dinero que si compra acciones utilizando sólo sus fondos.

    Por su parte, un futuro es un contrato a plazo negociado en un mercado organizado, por el que las partes acuerdan la compraventa de una cantidad concreta de un valor (activo subyacente) en una fecha futura predeterminada (fecha de liquidación), a un precio convenido de antemano (precio de futuro). Es decir, se trata de contratos a plazo cuyo objeto son instrumentos de naturaleza financiera (valores, índices, préstamos o depósitos...) o «commodities» (es decir, mercancías como productos agrícolas, materias primas...).

    Apalancamiento en futuros sobre acciones

    Una de sus principales ventajas de operar en bolsa usando el apalancamiento en futuros sobre acciones es que no son intensivos en capital. Permiten el apalancamiento, pues no es necesario desembolsar la totalidad de la inversión, sino sólo un porcentaje en concepto de garantía, que será el 15% en BBVA, BSCH, Endesa y Repsol YPF, y el 20% en Telefónica. Si uno invierte un millón en futuros sobre acciones de BBVA y el precio de los futuros -que se mueve en paralelo al de las acciones- sube un 15%, habrá duplicado su dinero. Pero si baja un 15%, habrá perdido ese millón.

    Imaginemos un inversor que compra un futuro sobre Telefónica a 20 euros. Los contratos, en el caso de Telefónica, son de 102 acciones, así que el inversor tendrá que aportar una garantía por 408 euros (el 20% de 1.040 euros). Las pérdidas y las ganancias se liquidan diariamente. Si el futuro sobre Telefónica sube a 21 euros, el inversor habrá ganado ese día 100 euros, que se le ingresarán en su cuenta. Si baja, se le restarán. Y así día a día hasta que el inversor cierre su posición, esto es, hasta que venda un futuro si lo había comprado o hasta que lo compre si había vendido.

    Si, en lugar de cerrar su posición, el inversor decide esperar hasta el vencimiento del contrato, en ese momento la compraventa no se ejecutará a 20 euros (precio al que compró el futuro), sino al precio de mercado de ese momento (precio medio ponderado de la sesión del día de vencimiento). Los vencimientos son trimestrales: ahora se abren a cotización los del 16 de marzo, 15 de junio, 21 de septiembre y 21 de diciembre de 2022. Supongamos que el futuro vencía en marzo y que el tercer viernes de marzo la acción cotiza a 25 euros. En ese momento deberá comprar las acciones a 25 euros: pagar 2.550 euros, pero habrá ganado en el camino la diferencia, pues habrá recibido en las liquidaciones diarias un total neto de 510 euros.

    Operar con futuros permite apalancarse, esto es, invertir por una cantidad real muy superior a la que efectivamente se desembolsa. Eso permite que se multipliquen las ganancias en caso de acierto -pero también las pérdidas en caso contrario-. En un mercado eficiente, el precio del futuro evoluciona paralelamente al de la acción, pues si se abriese una brecha demasiado grande entre ambos cabría la posibilidad de arbitraje y el propio arbitraje (comprar acciones y vender futuros, o viceversa) cerraría esa brecha. Asumido eso, la rentabilidad de la operativa con acciones (contado) o con futuros vendrá dada por el desembolso o inversión que se haga inicialmente. Al comprar acciones se desembolsa toda la inversión.

    En cambio, al comprar futuros no hay intercambio de dinero entre comprador y vendedor. En su lugar, ambos constituyen ante MEFF unas garantías, que serán del 15% del valor del futuro al cierre de la sesión en los casos de BBVA, BSCH, Endesa y Repsol y del 20% en Telefónica. Así, si uno compra contratos de futuros sobre acciones de Telefónica, está invirtiendo en realidad cinco veces más que lo que desembolsa y 6,66 veces más si se trata de futuros sobre uno de los otros cuatro valores. Las ganancias (o pérdidas) se multiplican.

    Puedes aprender más sobre opciones y futuros en este enlace

     

     

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