El máximo mandatario de Ford, Mark Fields, aseguró el lunes que la compañía ganaría menos de lo previsto y que, de cara a 2020 espera que las ventas crezcan de manera agresiva. Sin embargo, los analistas dudan sobre este ambicioso plan a largo plazo que ha presentado la firma con sede en Detroit.
Fields, que reemplazó el pasado 1 de julio a
Alan Mulally como CEO de la empresa, puso nerviosos a los inversores por el recorte en el pronóstico de ganancias de la compañía para este año y el próximo, citando ciertos costes, así como la debilidad de su negocio en Rusia y América del Sur.
Tanto él como su equipo ejecutivo también presentó un ambicioso plan de cara a seis años que gira en torno a varios elementos clave. En particular focalizan el éxito en la camioneta F-150 que sacarán al mercado en 2015 rediseñado en América del Norte y un esfuerzo de 2.500 millones de dólares para reconstruir la marca Lincoln, estancada en Estados Unidos y China.
En este sentido, los Indicadores Premium de Estrategias de Inversión muestran que Ford se encuentra en fase de consolidación, mientras que recibe una puntuación de 5 puntos en una escala que oscila del 0 al 10.
Este análisis técnico señala que aunque la tendencia a medio plazo se ha tornado bajista, a medio plazo sigue siendo alcista. Además, el momento total lento se encuentra en positivo y la volatilidad que presenta el activo es decreciente en el tiempo. Sin embargo, los puntos negativos que resaltan estos indicadores son que el momento total rápido se encuentra en negativo, y el volumen a medio y largo plazo es decreciente.
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