El actual contexto de tipos cero –incluso negativos- en muchos mercados, ha provocado que muchos inversores escuche constantemente el mantra de que hay que acostumbrarse a rentabilidades moderadas en los próximos años. ¿Coincide usted con este planteamiento?
Creo que la mayoría de los profesionales de la inversión llevan tiempo explicando que en este entorno de bajas rentabilidades, los retornos de las carteras tenderán a ser más bajas. De hecho, ya han venido advirtiéndolo en el último par de años, pero las rentabilidades han seguido presentes, con los bancos centrales suavizando su postura, la renta variable y los bonos repuntando. Si bien la realidad ha demostrado que los profesionales de la inversión no tenían razón, en algún momento el repunte de los bonos tocará techo y, entonces, la importancia de los fondos flexibles saltará a la vista.
Una de las características principales del fondo que gestiona es la preservación del capital. En las actuales circunstancias de tipos de la zona euro, esto no implica mucha rentabilidad. En concreto, ¿qué rentabildad se exigen a ustedes mismos en los próximos meses/ años?
No solemos comprometernos a conseguir una determinada rentabilidad a lo largo de X meses, puesto que nuestro objetivo principal es preservar capital. Sin embargo, dado nuestro bajo perfil de riesgo, intentamos que la rentabilidad anualizada bruta esté entorno al 4% a lo largo de un ciclo de inversión. La mayor parte de esta rentabilidad procedería de la renta variable de bajo riesgo – tanto de países desarrollados como de países emergentes –, así como de las divisas y los bonos no europeos.
Hablemos de su fondo, según datos de Morningstar, ustedes invierten ahora mismo más de un 60% del total de su capital en renta variable. ¿Nos puede decir qué áreas geográficas les parecen más interesantes en estos momentos?
Ese 60% se refiere a las posiciones físicas en acciones, pero considerando que cubrimos parte de la beta de la cartera usando futuros de índices bursátiles de renta variable global, nuestra exposición neta tiende a acercarse al 40%. En cualquier caso, la exposición geográfica es el resultado de nuestro proceso “bottom-up” y no el efecto de ninguna visión “top-down” sobre cada región. Actualmente, donde encontramos más valor es en las Stable Equities de alta calidad de los EEUU. Además, últimamente hemos aumentado ligeramente nuestra exposición a los Stable Equities de Mercados Emergentes, que tras las caídas observadas durante los últimos meses cotizan con un descuento considerable.
En estas circunstancias, ¿qué sectores les parecen más apropiados?
Aquí sucede lo mismo. Puesto que mayoritariamente somos inversores “bottom-up” (ascendente), la distribución sectorial deriva de aquello que nos parece más atractivo a nivel de los fundamentales subyacentes (beneficios, flujos de caja, EBITDA, dividendos, etc.). Actualmente, encontramos más estabilidad a valoraciones atractivas en sectores como Salud y Servicios Públicos en Estados Unidos. Recientemente también hemos añadido Telecos japonesas y estadounidenses.
¿Qué le parece la renta variable europea?
Las asignaciones geográficas que realizamos son tan solo una consecuencia de nuestro proceso “bottom-up” (ascendente). Por lo tanto, no tenemos una visión “top-down” (descendente) de cada región. Normalmente incluimos en nuestra cartera a empresas de alta calidad, con ingresos sólidos, fundamentales subyacentes estables y valoraciones atractivas. Aunque encontremos empresas europeas de alta calidad y con ingresos sólidos, en ocasiones sus valoraciones son muy altas. Esta suele ser la razón por la que tenemos una mayor exposición a compañías estadounidenses de alta capitalización.
¿Le gusta la bolsa española? ¿Nos pueden dar algunos valores que tengan en cartera?
Hoy por hoy todavía mantenemos una pequeña posición en Enagás, la cual hemos ido reduciendo desde diciembre del año pasado. Esto es debido a que valoración se ha incrementado, gracias a los buenos rendimientos del otoño pasado.
En cuanto a renta fija, ¿en qué tipo de títulos están invirtiendo en estos momentos?
Durante los últimos años hemos preferido los títulos del Tesoro estadounidenses y británicos antes que los bonos alemanes, ya que la rentabilidad ha sido mayor y todavía ofrecen algo de diversificación. Para nosotros, la duración de los bonos gubernamentales de alta calidad funciona como contrapeso natural al riesgo de renta variable (beta). De esta manera solemos preferir aquellos bonos que tengan mayores rentabilidades, ya que la rentabilidad es el colchón de protección que nos ofrecen en caso de que una pronunciada caída en los mercados de renta variable.
Un reciente informe del S&P Dow Jones Indices en Estados Unidos reflejaba como más de la mitad de los fondos de gestión activa de ese país no lograban batir sus respectivos índices de referencia. Aunque la situación en Europa es algo mejor, lo cierto es que, cada vez más, cunde la crítica de que la rentabilidad que la rentabilidad que obtiene la industria no justifica comisiones y fees. ¿Cómo justificarían ustedes las ventajas de la gestión activa?
Creo que solo podemos hablar por nosotros mismos, basándonos en nuestra firme trayectoria de más de 10 años. Probablemente este será uno de los temas más discutidos durante los próximos años y por eso los inversores deben saber que no todos los fondos son iguales y que puede haber una gran desviación entre los fondos con mejores y peores rendimientos. En el Multi Assets team de Nordea tenemos un enfoque diferente al del mercado. Nos centramos en gestionar el riesgo y preservar capital, sin seguir ningún índice de referencia. Hasta donde sabemos, no existe ningún índice de referencia que trabaje de forma dinámica y activa para preservar el capital, por lo que no son capaces de ofrecer la seguridad que nosotros pretendemos.