La salud de las empresas es muy fuerte. Los beneficios empresariales crecen a doble dígito en Europa y rozando el doble dígito en Estados Unidos.

En Estados Unidos, un 75% de las empresas del S&P500 baten las estimaciones previas de los analistas (y baten al consenso ampliamente, en un 5%) y el BPA (beneficio por acción) crece interanualmente en un 8%. Estos resultados tienen pilares fuertes, ya que no están basados únicamente en reducción de costes sino que, a nivel de facturación o cifra de negocio, las ventas crecen en Estados Unidos al 6%.

En el viejo continente, en Europa, el BPA crece interanualmente al 11% (batiendo al consensus en un 2%) y las empresas europeas, un 55% de las mismas, batieron las estimaciones previas de los analistas. Estos resultados también tienen fuertes pilares, ya que también por la parte inicial de la cuenta de resultados (ventas), el crecimiento es muy fuerte creciendo al 7% interanualmente, trasladándose al bottom line un 11% gracias al apalancamiento operativo, financiero y reducción de costes. Concentrándonos únicamente en la eurozona, analizando el índice EuroStoxx por si nos podemos plantear una inversión en un fondo o ETF indexado al EuroStoxx50, el crecimiento de beneficios empresariales es espectacular, alcanzando un 16% y un 5% a nivel de ventas.

Analizando el comportamiento sectorial, el crecimiento es especialmente fuerte en empresas correspondientes a sectores de energía, materiales y tecnológicas. Son sectores cíclicos, por lo que estos resultados dan soporte a nuestra visión de la continuidad del crecimiento macroeconómico como una de las principales razones para seguir largos en bolsa. Por valoraciones, el S&P500 cotiza a 17,9x (su media histórica durante los 10 últimos años es 14,1x) y la bolsa europea a 15,9x respecto a las estimaciones de beneficios 2017. Son múltiplos exigentes, pero de continuar este fuerte crecimiento de beneficios provocará compresión de los mismos y mejora del outlook de la inversión en bolsa. Los crecimientos de beneficios empresariales continúa como nuestra principal razón para nuestra positiva visión sobre la renta variable.