Seguimos pendientes de la evolución de los principales índices que  a su vez siguen pendientes de la evolución de la crisis sanitaria y de las medidas económicas para paliarla Por poner en contexto ¿cuáles son los niveles clave de los índices? 
Carlos Gil. No ha cambiado sustancialmente la situación de los mercados. Lo que ocurre es que los inversores tienen un gran interés por ver la luz al final del túnel, como todos, y lo que hacen es que ante la más mínima noticia positiva reaccionan de una forma agresiva entrando en el mercado con compras. El problema es que los grandes fondos de inversión no han entrado todavía e incluso hay algunos que están cortos, como los hedge funds sobre el S&P 500. 

A nivel técnico, el futuro del DAX muestra movimientos alcistas pero desde el día 17 ha entrado en un lateral y ahora manifiesta bastantes dudas. Tiene resistencia en los 11.257 puntos, nivel que intentó perforar hace unos días, y ahora parece que está haciendo una trampa de mercado. Está intentando alcanzar además el 61,8%  pero todavía hay distancia para considerar que ese mercado bajista que se inició con el crash en Europa cambie. 

En el caso del Eurostoxx 50, se aprecia que no le acompaña tiene resistencia en los 3.000.3050 puntos y, si no escapa,  hay poca esperanza de recuperación clara en Europa. 

El Ibex 35  está en la parte baja de un lateral importante y mientras el sector bancario no reaccione es complicado que el índice pueda salir adelante. 

Esta es la situación que presentan los índices europeos y en EEUU, el mercado sigue pendiente de las declaraciones de Trump y el tira y afloja que mantiene con China además de la FED, justo en el día en que se conocerán las Actas de la última reunión del organismo. ¿En que´ situación están los índices? 
Carlos Gil. Los índices americanos tienen un comportamiento diferente debido a la fortaleza que muestran a través de las grandes tecnológicas y en el caso del futuro del S&P 500 lo que vemos es que se está acercando la cotización a los 3.000 puntos que no es más que un nivel psicológico. Además coincide con la media de 200 sesiones, lo que dificultará más que se supere y está en la parte alta de cotización. Si se compara el futuro del S&P 500 con el del Dow Jones y el Nasdaq, aparentemente el gráfico es muy similar pero la situación de los índices es diferente porque el Nasdaq está a unos 350 puntos del máximo histórico, el Dow Jones todavía tiene un tirón fuerte para superar el nivel equivalente a los 3.000 puntos en el caso del S&P 500. 

Si los tres índices no van a la vez costará mucho que la recuperación del mercado sea sostenible técnicamente. 
 

Estamos pendientes de compañías del sector salud, como Moderna o Gilead Science, que día tras día ofrecen información sobre los avances de una vacuna contra el Covid-19. ¿En qué punto se encuentran estas compañías? 
Mónica Triana. Ambas compañías, tanto Moderna como Gilead, están en un momento técnico bastante más delicado de lo que parece aunque presentan fuertes movimientos cada vez que surge una noticia. 

Moderna comenzó hace tres días a filtrar determinadas informaciones hasta que llegó a publicar una nota interna en la que decía que pasaba a segunda fase de los ensayos. Para sacar una vacuna necesitan de 5 a 10 años de tiempo para poder ofrecer una vacuna con todas las garantías. Teniendo en cuenta la presión que tienen por la gravedad de la situación, por mucho que quieran correr si lo hicieran en tiempo record no habría vacuna antes de dos años. Sin embargo, cuando cambian de fase es una buena noticia pero no es definitiva. En total son cuatro fases las que tiene que pasar para poder sacar conclusiones. Cuando surgen noticias como estas hacen que el valor suba de 60 a 80 dólares en un solo día. Sin embargo, según se va conociendo más información la compañía puede bajar de golpe. Por eso, la situación técnica del gráfico aunque es alcista muestra que el valor ha comenzó a reaccionar cuando se ha conocido su investigación de una vacuna sobre el Covid.  Como el sector ya de por sí es muy convulso, noticias de este tipo hacen que las inversiones en este tipo de valores son de un riesgo altísimo, a pesar de estar en tendencia alcista. 

En cuanto aGilead Sciences, la situación es diferente. El 5 de febrero comenzaron a decir que tenían una vacuna que podría funcionar y, como es lógico, ha estado  evolucionando con oscilaciones muy grandes. Hay días que ha llegado a perder un 8,6% y otros en los que las caídas alcanzan el 11% y es que por muchas ganas que tengan de sacar una vacuna esto no es realista y se refleja en los gráficos. Está en peor situación que Moderna. 

Estas compañías del sector salud están recibiendo gran parte de la atención del mercado, pero si miramos cuáles son los flujos y las inversiones de los grandes fondos de inversión, todavía siguen siendo conservadores y tienen grandes posiciones de liquidez. 
Carlos Gil. Los fondos de inversión están en liquidez. La atención fundamental está en la FED que sigue bajo la presión de Trump, que busca su reeleción en noviembre mientras los mercados vayan bien. Pero si nos fijamos en los mercados, son los fondos monetarios los que han recibido la mayor parte de los flujos de inversión. Hay desconfianza de fondo de los inversores hacia la FED y ésta duda de cómo será la salida de la recesión económica. 

En cuanto a las posiciones, metales preciosos, energía y cuidados de la salud son las que tienen una mayor presencia en las carteras de los clientes de Bank of America. Nuestro consejo es mantener la prudencia porque Trump está intentando manipular a los mercados en su propio beneficio. 

El sector de la energía era uno de los que mayores flujos estaba captando por parte de los clientes de Bank of America y terminamos hablando de la situación del mercado del petróleo. La OPEP y sus aliados están reduciendo la producción en torno a 9,6 millones de barriles, los productores estadounidenses también están fijando límites a su producción y eso ha hecho que el precio de los futuros del petróleo se haya estabilizado. ¿Se puede hacer alguna operativa a corto plazo?
Mónica Triana. Sí, a corto plazo se pueden hacer muchas cosas. La volatilidad del petróleo se ha relajado, tal y como se puede ver en el índice de volatilidad del petróleo que, aunque sigue estando alto, tiene una situación diferente. Si hay rebrote serio de la pandemia podría volver a tener riesgo de cotizar en negativo, hemos cambiado de contrato de futuros y ahora estamos con el vencimiento de julio y veremos de cara al futuro cómo avanza la pandemia. Si hay rebrote afectará a la demanda y podremos tener los mismos problemas.