- Comenzamos con las previsiones de esta semana que comenzamos. La más importante será esa cifra de desempleo del mes de septiembre. También conoceremos el PMI manufacturero de septiembre, el ISM no manufacturero del mismo mes y también conoceremos la balanza comercial de agosto.

De todas las cifras macros, estamos mirando muy cercanamente la tasa de desempleo en comparación con el crecimiento de los sueldos. Desde 2008 no hemos visto mucho crecimiento en los sueldos pese a que el desempleo ha caído en EEUU. Casi una economía totalmente empleada pero no vimos ese crecimiento en los sueldos. Justo en los últimos meses hemos visto ese crecimiento. Hemos visto una economía y un consumidor bastante sano. Por ese lado nos gusta. Por el lado de las manufacturas, está un poco débil, pero hay que tener en cuenta que la economía estadounidense no es una economía de producción industriales una economía de servicios y de consumo. A medida que vemos que suben los sueldos y sube el consumo, y la confianza sigue en la economía, no nos preocupamos en este momento. Eso son los puntos, de la economía doméstica de EEUU, pero hay otros muchos factores.

– Otro de los temas de los que tendremos que estar pendiente esta semana es la guerra comercial entre EEUU y  China. Parece que ya tienen una fecha para reanudar las negociaciones comerciales, que es el 10 de octubre. ¿Cómo está la situación entre ambos países?

Estamos pintando la pintura de los factores que mueve los mercados. La guerra comercial, los datos económicos estadounidenses. También vamos a hablar de la política americana y de precios como el petróleo y el oro. La guerra comercial es el factor que más peso le asignamos, sobre todo para las empresas tecnológicas fue el mercado más impactado. Pesimismo al rededor del tema a medida que nos acercamos a octubre. Pesa mucho pero es muy político, sobre todo por el lado doméstico. El presidente ha tomado la guerra comercial como un reto para su campaña, para su partido. Él no retroceder, él tiene que seguir luchando y tratar de ejecutar un trato con China antes de las elecciones.

Por el lado de China, se ha convertido en una oportunidad geopolítica, una oportunidad para negociar con el presidente y causar un poco de volatilidad dentro de la política económica americana. También el gobierno chino está mejor diseñado para ejecutar mandatos severos. Para una guerra comercial tiene una habilidad mejor para ejecutar en situaciones que el gobierno americano. En las primeras semanas de octubre esperamos mucha volatilidad dependiendo de las negociaciones.

– También ha habido volatilidad en los mercados por otro tema, el inpeachment que quieren hacer los demócratas contra Turmp. ¿Cómo puede afectar a los mercados si finalmente sale Trump del poder?

Un nuevo factor. Por ahora se sabe muy poco. Han salido algunos datos de las conversaciones con el presidente de Ucrania. El centro e todo este lío.  Lo que se está publicando es muy político. No se sabe qué pasó. Sin involucrarnos en la política, podemos analizar qué va a pasar con los resultados. Si ejecutan el impeachment va a haber una corrección muy fuerte en los mercados de acciones y quizás bonos también en EEUU. Pero creo que el pánico va a venir desde fuera. Dinero de fuera que va a salir del país. El dinero doméstico creo que se va a quedar un poco más tranquila porque no va a haber un cambio tan grave en la manera en la que está actuando el gobierno. Donde sí hay un poco de temor es que se ejecute el impeachment y que claramente gane un demócrata. Eso es lo que más asusta, porque baja la confianza en invertir en EEUU. Por ahora, hay mucha certidumbre. Pero si vemos cambios políticos tradicionales, la gente se saldrá. Si continuamos con el impeachment, los mercados se quedarán igual hasta que haya información un poco más clara.

- Algo que también afectó a Wall Street la semana pasada, son las tecnológicas, que hay alguna que no están yendo muy bien, como Netflix, que en cinco días ha perdido un 15%. Otra es BlackBerry, que ha perdido en su segundo trimestre fiscal 44 millones de dólares.

El sector tecnológico, hemos pasado una época de 10, 15 años, donde las empresas grandes han crecido a niveles increíbles casis in parar. Ahora que estamos a mercados alcistas con bastante temor, las empresas tecnológicas muy sensibles a la cuestión del trato comercial con China. Ahora estamos viendo qué empresas se merecen el crecimiento y cuáles no. Qué empresas son de alta calidad y van a sobrevivir y continuar innovando y cuáles no. Esto se va a ver mucho más grave si vemos un cambio de tono en el mercado o si vemos una recesión. Muchas de estas empresas tienen mucha deuda, están muy acostumbradas a tener acceso muy fácil a cash y algunas no están diseñadas para ganar dinero. En un bearmarket no creo que vayan a rendir tanto. BlackBerry es un buen ejemplo. Se quieren mover desde una empresa que hace teléfonos a enfocarse en ciberseguridad. Es una empresa que lleva muchos años con datos muy protegidos, con una reputación corporativa muy importante. Pero lo que ha pasado en los últimos 10 o 5 años es que el mercado o ha sido paciente con compañías que han pasado por reestructuraciones. Un mercado tan alcista, en el que puedes poner tu dinero en empresas sin problemas estructurares, compañías como Blackberry se ha quedado atrás. Ahora hay muchos temores de que a una empresa como Netflix le pase lo mismo. Ahora viene la competencia, jugadores bastante grandes como Disney o Comcast tratando de competir ene l espacio de streaming. Netflix no tan dinámica como las otras en los últimos seis meses. También tiene mucho que ver con cómo se miden las compañías una contra las otras. A Disney le dan mucho crédito porque está más diversificada. Netflix solo se mide con cuantos clientes crece al año y más que anda, clientes estadounidenses. En el último informe no creció al ritmo esperado en EEUU y el mercado lo castigó.

– La semana pasada conocimos la actividad manufacturera, que aumentó a máximos de cinco meses, también el PIB, que se mantuvo en el 2%, mientras que la confianza del consumidor se hundió. Teniendo en cuenta todo lo que hemos hablado, ¿cuál es tu valoración a corto plazo de la economía estadounidense y de esa posible recesión?

Lo que estamos viendo, tanto en las proyecciones como en los mercados de activos es un poco de movimiento hacia las defensivas. Estamos viendo gente preocupándose, escuchando muchas noticias de recesión. Viendo que quizás hay problemas de liquidez con los bancos, ahora con el tema de las operaciones de repos de la Fed de Nueva York. El consumidor se está apretando un poco escuchando tantas malas noticias. Pero todavía estamos viendo un PIB positivo para una economía tan grande. Vamos a ver, creo que desviaciones de esos datos a medida que nos acerquemos al próximo informe grande, porque ahora están tratando de incorporar todo el riesgo en el ambiente económico. Creo que ese retroceso ha sido un paso para atrás por si acaso, valorando ese riesgo.

– Vamos a hablar ahora del petróleo, ¿Cómo está ahora mismo la situación? La salida a bolsa de Aramco va a ser la más grande la historia.

Hay muchas noticias en las últimas semanas. Un ataque contra el centro de producción de  Aramco muy impresionante. Es una cuestión muy compleja. Hay un elemento geopolítico. Aramco, siendo la más grande del mundo, varias veces más grande que Apple, está increíblemente posicionado para salir al mercado. El ataque me ha dado más confianza en la empresa. Por la manera que han respondido al ataque, aumentar la producción de nuevo y comunicarse con los mercados y los gobiernos. Sé que hay mucha esperanza dentro del mercado. Los bancos están tratando de meterse dentro del deal, pero no me gusta el momento en el que está tratando de salir. Hay mucho temor. Irán está tratando de confirmar su territorio en el estrecho de Ormuz. Están mandando el mensaje q de que tienen que pagar algún tipo de impuesto. Hay mucha presión geopolítica. El precio del petróleo sigue cayendo. Tenía un tono bastante bajista. Después del ataque subió un 22% ese fin de semana, pero a los tres días volvió a los mismos niveles, con la misma tendencia. Si hay una empresa que lo puede lograr es Aramco, pero no me encantan las condiciones.

– La empresa WeWork ofrece espacios de trabajo compartidos, su CEO ha dimitido y va a salir a bolsa, al final no. ¿Qué está pasando con estas compañías que quieren pasar del sector privado al público y les está costando?

Uno de los unicornios de las salidas a la bolsa. En los últimos 10 años, las empresas tecnológicas han salido al mercado con valoraciones increíbles, aunque no generan ingresos y pierden dinero. Las valoraciones tienen que ver con el número de usuarios apostado porque en el futuro van a gastar dinero. WeWork, la verdad es que tienen un modelo muy complejo. Alquilan edificios por muy largo plazo y ellos los alquilan a otros individuos. Ellos pueden capturar un crecimiento de dos años prácticamente gratis. Pueden manipular sus libros para que esas ganancias se reflejen en diferentes términos e tiempos. Con eso hubo una manera de manipular las valoraciones bastante potente. No es mentira, es simplemente definir el tiempo y el valor del tiempo. Cuando llegamos a un mercado que ya se está preocupando de una recesión, de las valoraciones de este tipo de empresa empiezan las preguntas y con cada pregunta pierde un poco de valor antes de salir a bolsa. Esto le ha empezado a pasar a bastantes empresas. No se sabe claramente el futuro de las empresas nuevas.