Los rumores de recesión son ya más que rumores y hasta el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, ha dicho que es una posibilidad al tiempo que ha descartado el "aterrizaje suave" que esperaba la institución al tiempo que normalizaban su política monetaria. 

Los bancos más grandes de Estados Unidos permanecerían bien capitalizados en caso de un impacto económico severo, dijo el jueves la Reserva Federal después del control anual de salud de las instituciones financieras, allanando el camino para que emitan recompras de acciones y dividendos.

Los 34 supervisados por la Fed con más de 100.000 millones de dólares en activos sufrirían pérdidas combinadas de 612.000 millones de dólares en una hipotética recesión severa, dijo el banco central, pero eso los dejaría con alrededor del doble de la cantidad de capital requerido bajo sus reglas.

Pero, ¿y en Europa? La angustia crece en la economía alemana, la mayor de Europa, pero todavía no hay signos de recesión, dijo el viernes a Reuters Klaus Wohlrabe, economista del Ifo.

La amenaza de la escasez de gas ha aumentado la incertidumbre de las empresas, pero los cuellos de botella en los sectores industrial y minorista han disminuido ligeramente, dijo. El sector de la hostelería espera un buen verano tras la relajación de las restricciones por el coronavirus.

En todo caso, lo que estamos viendo ya en el mercado son los efectos de esos temores. Según apunta Araceli de Frutos, de Araceli de Frutos EAFI, se aprecia una pequeña rotación de sectores y la tecnología está tomando aire después de varios meses de castigo, como ha reflejado el NASDAQ 100, que ha perdido más de un 28% en lo que va de año, pero que en la última sesión recuperaba cerca de un 2,5%, intentando apuntar de nuevo a los 12.000 puntos. 

"Ya el viernes pasado se inició una caída tanto en los ETFs basados en energías como compañías petroleras", apunta la experta. Esta rotación la ha iniciado el sector bancario, que se va a ver beneficiado de las alzas de tipos, y ahora la sigue el sector energético, impulsado por las alzas de la materias primas. 

Vemos por tanto esa rotación, de los sectores que se ha comportado mejor durante la primera parte del año, hacia sectores que han sufrido más castigo, como puede ser el tecnológico. 

En el escenario actual, en el que reina la incertidumbre, la experta recomienda ponderar la cartera; si ya hemos tenido sectores cíclicos, como bancos o energía, habría que volver la vista a sectores más defensivos como alimentación, y sectores con alta rentabilidad por dividendo, como comunicaciones o utilities, "tendría un equilibrio sectorial en las carteras", apunta.