¿Apostar por bonos o por la Bolsa? Javier Kessler, EAFI, de Kessñer & Casadevall
, considera que “los bonos nos están diciendo que ya no van a dar más”. Si uno invierte en ellos -continúa- “tiene que hacerlo de forma directa en función del cupón que le van a dar, por lo que habrá que aguantar a vencimiento”. Por tanto, “si compramos un bono de deuda determinada y cae por valoración, no pasa nada porque si lo mantenemos a vencimiento nos van a dar lo principal pero no así si necesitamos venderlo antes por falta de liquidez”. Por ello, este experto reconoce que “hay que buscar otro tipo de inversión como podría ser la deuda High Yield, para perfiles de riesgo, y también emergentes”.

Por la parte de renta variable, Kessler explica que “el concepto de inversión es tomar de todo un poco, construir una cartera con muchas cosas puesto que el mercado está en ebullición y no hay una tendencia clara”. “Prefiero tener muchos fondos en muchas áreas de inversión”, apunta.

Entre los fondos que mejor se comportan en lo que va de año destaca el BBVA Estructurado Finanzas, un fondo que se basa tan sólo en dos acciones: BBVA y Banco Santander: ¿Un fondo con demasiado riesgo? Kessler considera “no invertir en un fondo en concreto sólo porque haya tenido muy buena rentabilidad, si no porque las posibilidades de inversión que tengan sentido”. Por ejemplo, “si hablamos de High Yield y creemos que la economía se va a estabilizar, habría que empezar a entrar en aquellas que pueden tener interés en empresas que aunque hayan estado muy penalizadas empiecen a tener interés”. Ahora estas compañías como están pagando un bono muy alto, tendrán un recorrido al alza. La renta variable de ciertos países como Corea o Singapur, pueden ser interesantes. Hay que construir una cartera altamente diversificada.

Con perspectiva de inversión a 5 años, el Fidelity Indonesia ha conseguido una rentabilidad del 170%. ¿Una evolución sostenible? “Estas evoluciones sólo se dan en los emergentes y es difícil cogerlas”, reconoce este experto. “Si ahora nos apuntamos a una inversión en África, a priori da un poco de miedo, pero seguramente poco después cogerías una pequeña parte y finalmente veremos cómo volará su evolución”. El problema es cuando ves la foto posterior, ha tenido un recorrido muy bueno en el pasado, pero ya llegas tarde, por eso ¿por qué no invertimos ahora en África?

¿Apostar por consumo o por infraestructuras en emergentes?
Kessler destaca el caso de Brasil donde “hay un desarrollo muy fuerte ligado a la construcción, a las infraestructuras y además tenemos una fecha determinada gracias a los Juegos Olímpicos”. Pero además, “las capacidades de renta de estos países están creciendo cada vez más, sobre todo los productos de lujo”.

“Al mercado de materias primas le daría una mínima exposición porque tendría un poco de todo”, afirma Kessler. “Si tomamos materias primas o países que evolucionen con las materias primas luego no te expongas a emergentes porque aunque son sectores distintos, si el mercado va mal, van a ir mal los dos mercados”, finaliza.