Es una tendencia creciente la de la inversión social responsable. ¿Cuáles son los retos o los problemas con los que os estáis encontrando a la hora de implementar esta estrategia en las carteras y en la oferta de productos de banca privada?

Nosotros vimos que era un producto que nos faltaba por lanzar y decidimos en octubre de 2017 lanzar nuestra primera Cartera ISR. El problema con el que nos hemos encontrado es que básicamente falta producto por parte de las gestoras. Si haces la composición de una cartera, por poner un ejemplo, prácticamente no hay fondos de renta variable americana ISR. Si quieres hacer una gestión óptima de una cartera (con un asset allocation), y te cuesta encontrar un fondo de RV americana con criterios ISR, te das cuenta de que falta aún mucho por hacer. Creo que las gestoras se están dando cuenta de que este sí es el camino por el que va la industria, que tiene mucho presente y aún más futuro. Adicionalmente a esto hay fondos con muy poco patrimonio, nosotros ponemos como requisito que los fondos tengan un patrimonio mínimo de 100 millones de euros porque si no podrías tener problemas al invertir. Si haces un screening te das cuenta de que hay fondos ISR con patrimonios de 30- 40 -60 millones que tienes que ir excluyendo por poco volumen. Creo que ahí sí que habría que mejorar a efectos de tener producto suficiente para  poder hacer una gestión óptima. También es cierto que estamos viendo cada vez más apetito de las gestoras por tener más producto al calor de la mayor demanda por parte de los clientes.

Cada vez son más gestoras las que lanzan productos de este tipo y que añaden ese filtro de inversión sostenible dentro de la estrategia de selección de fondos. ¿Cómo se puede desmontar ese mito de que la ISR es menos rentable?

Nosotros lanzamos nuestra cartera en octubre de 2017, por lo que tenemos un track record reducido. Lo que hicimos fue escoger un benchmark tradicional y hacer un back testing de nuestra cartera vs el benchmark, para ver el comportamiento de los últimos cinco años. Hemos visto que nuestra cartera ISR ha tenido un comportamiento mejor y ha batido consistentemente al benchmark. En base a nuestra experiencia podemos afirmar que sí son estrategias rentables. En 2018 la cartera ha vuelto a batir al  benchmark con un resultado que, dentro de un año muy complicado, ha sido bastante decente. Y además, quiero desmontar el mito de que este tipo de fondos sirve solo para Fundaciones, Instituciones Religiosas…Dentro de Sabadell tenemos muchos clientes que son Instituciones Religiosas, son los primeros que nos han demandado este tipo de productos, pero hay que dejar claro que es apto para todo tipo de inversores.

Si nos fijamos entre la generación de baby boomers y millenials, la diferencia de mentalidad es increíble. Nos encontramos a chicas y chicos de 20 años que tienen más conciencia social que la gente que tiene 50 años. Esa  gente, conforme se vaya incorporando al mercado laboral, sí le interesarán este tipo de inversiones.

Cuando se habla de sostenibilidad a menudo se asocia con determinado tipo de inversión, pero si se habla de inversión socialmente responsable, ¿el inversor lo entiende?¿Qué os demanda el cliente?

Si un cliente compra un fondo de inversión que aplica una estrategia ISR determinada, debería saber qué impacto, social y económico, tiene esa inversión. Consideramos que esa información no está llegando de forma nítida al cliente y deberíamos mejorar en ese aspecto.

¿Habría que formar las redes comerciales de las gestoras y bancos para que sepan qué producto están vendiendo?

Sí, hay mucho desconocimiento en ISR. La formación es clave para cualquier tipo de trabajo, especialmente en ISR que es más novedosa. Es muy difícil vender un producto si ni siquiera lo conoces.