El PIB de la eurozona ​​​​​​ha cumplido las previsiones con un crecimiento del 5,0%​ en el primer trimestre, pero en tasa intertrimestral, el crecimiento del 0,2% ha quedado una décima por debajo de lo esperado. Y es que Europa ya empieza a notar el impacto del conflicto en Ucrania. Alemania, la economía creció ligeramente en el primer trimestre de este año, apoyada por una mayor inversión, pero la guerra en Ucrania empezó a notarse de forma creciente desde finales de febrero, según datos de la Oficina Federal de Estadística. "Las consecuencias económicas de la guerra en Ucrania han tenido un impacto creciente en el desarrollo económico a corto plazo desde finales de febrero", añadió la oficina en un comunicado.

Además, la tasa de inflación de la eurozona ha escalado en abril a un récord del 7,5%

A esto, se suman las preocupaciones por la ralentización del crecimiento en China. El nuevo brote de coronavirus ha paralizado Shanghai en las últimas semanas y ahora Pekín está también bajo la presión del aumento de casos. La capital china cerró el viernes más negocios y bloques de apartamentos y las autoridades intensificaron el rastreo de contactos para contener un brote de COVID-19, mientras en Shanghái crece el descontento; las personas cercadas han protestado contra el confinamiento y las dificultades para obtener provisiones golpeando ollas y sartenes por las noches, según un testigo de Reuters y los residentes.

Además, la semana que viene se espera el anuncio de la subida de tipos por parte de la Reserva Federal, algo que el mercado ya descuenta, para intentar poner coto a la creciente inflación que preocupa a las autoridades monetarias. 

En este entorno inflacionista, una buena opción para entrar son las firmas del sector de lujo. LVMH o Kering lo están haciendo bien dada su capacidad de fijación de precios, según explica Araceli de Frutos, de Araceli de Frutos EAFI. "Están siendo penalizadas por la ralentización de China", por lo que se puede aprovechar el momento para entrar en ellas.