Es ampliamente conocido que las empresas han notado dificultades administrativas, aduaneras y los retrasos en las entregas, y estas barreras no arancelarias han repercutido en los flujos comerciales, sobre todo del Reino Unido a la UE.

Algunas de las empresas con las que Aberdeen Standard Investments ha hablado comentan que han notado estas dificultades, pero han tenido tiempo de preparar y gestionar sus inventarios y cadenas de suministro para hacer frente a estas fricciones.

En estos momentos, el asunto que genera más presión es el de Irlanda del Norte, donde la decisión unilateral del Reino Unido de ampliar los periodos de gracia para los controles de las mercancías que cruzan entre Gran Bretaña e Irlanda del Norte no ha sentado demasiado bien a la UE, que argumenta que la decisión incumple los acuerdos comerciales posteriores al Brexit. Este puede seguir siendo el principal punto de conflicto a medio plazo, sobre todo si los problemas de seguridad y los trastornos económicos se intensifican.

El impacto del Brexit en los mercados durante los últimos 12 meses ha sido mucho más difícil de leer. En los primeros días de negociación en 2021, tras la finalización del acuerdo de separación, vimos una reacción positiva de los precios de las acciones en el Reino Unido, con el mercado respondiendo favorablemente al final de un largo período de incertidumbre.

Sin embargo, como apreciación general, ha sido mucho más difícil desagregar el impacto en las empresas del Brexit que del impacto más amplio y mucho más material de la Covid-19.

Dicho esto, según Aberdeen se han observado algunas repercusiones directas en determinados sectores, como las compañías aéreas.

Estas compañías con sede en la UE se vieron obligadas a cumplir las restricciones que les obligaban a ser propiedad mayoritaria de los accionistas de la UE y esto ha llevado a la eliminación de los derechos de voto de los accionistas del Reino Unido y, en algunos casos, a la prevención de nuevas compras de acciones, lo que puede haber tenido un impacto moderado en la demanda de estas acciones.

Una vez más, los factores relacionados con la Covid-19, como la llegada de las vacunas, que se considera muy positiva, y los retrasos más recientes sobre la reapertura de los viajes en Europa, que se considera negativa, han tenido un impacto mucho más importante en los movimientos del precio de las acciones.