¿A qué se debe el descenso en el beneficio?

Está siendo un año bastante complicado. Decíamos en el primer semestre del año que era un ejercicio completo de retos,  con implementación de nuevas regulaciones, cambio de tarifas un entorno geopolítico complicado, valoraciones del índice que están bajando…

Hemos bajado un 12,7% en el acumulado de los 9 meses. Los costes suben más de lo habitual. Hemos registrado unas cantidades extraordinarias que excluidas el resultado hubiese bajado un 10,4%

Está siendo un año bastante complicado.

El año pasado también se registraron descensos ¿Qué podemos esperar del cierre de 2018?

Es verdad que caídas de volúmenes no podemos dar. Puede haber un grado de dispersión bastante elevado.

Tenemos una visión más a medio plazo que presentamos el pasado 4 de octubre en el 'Investor Day', que lejos de apalancarnos en esta evolución de volúmenes tenemos una serie de proyectos de crecimiento en la que esperamos que la compañía crezca en los próximos tres años en ingresos un 4% anual y en beneficio neto un 6% anual.

De manera adicional, presentamos criterios de inversión y financiación para impulsar el plan estratégico con un planning orgánico que esperamos implementar en los próximos tres años.

Se observa en sus cuentas una disminución del flujo de capital a la Bolsa y un aumento a la renta fija. ¿Sigue siendo la renta variable una buena herramienta para la financiación de las compañías españolas?

Sí. Si. Lo bueno que tenemos es que tenemos una diversificación de fuentes de financiación. Es decir, una compañía tiene que pensar que estructura financiera le interesa más. Nosotros tenemos dos posibilidades.

Por un lado una ampliación de capital una salida a Bolsa que no solo te da la financiación sino un plus de profesionalidad de las compañías, visibilidad: te pone en el mundo de los mercados de capitales, que siempre viene bien para la gestión interna, buscar nuevos proyectos de crecimiento porque tienes una presión que no tienes si no estás cotizado...

Luego está la alternativa de renta fija que en una estructura financiera adecuada tiene también cabida. Las compañías, después de la crisis, van siendo cada vez más conscientes de que no pueden tener una dependencia de los bancos, sino que tienen que estar en los mercados.

A cierre de 2017 aumentaron el 'payouta un 94% ¿Siguen manteniendo ese compromiso con el dividendo de los accionistas?

Si. Nuestro compromiso con los accionistas está en el ADN de BME: mantener una retribución lo más elevada posible a los accionistas. Siempre hemos tenido 'payouts' por encima del 90% y sigue siendo nuestra visión.

Sobre todo en la parte orgánica del crecimiento. Luego, cuando tengamos un crecimiento inorgánico ahí tendremos que analizar porque no solamente un inversor podrá tener dividendos en los niveles actuales, sino que además se vería beneficiado por un incremento potencial de la cotización.

Hablaba del lastre que ha supuesto en sus cuentas los costes regulatorios, sin la que la caída del beneficio se habría reducido al 10,4%. ¿Qué puede suponer el impacto de la imposición de la tasa Tobin?

Si, creemos que cualquier impuesto de estas características no crea riqueza. Al final, dificultar el crecimiento e impulsar la deslocalización de determinados flujos de financiación que luego son difíciles de recuperar, no es positivo.

Lleva tiempo y recorrido. Esperemos que en el caso de que se llegue a implementar las autoridades vean bien cómo instrumentar este impuesto para que estos efectos negativos no se materialicen.

¿A qué se debe el descenso en el beneficio?

Está siendo un año bastante complicado. Decíamos en el primer semestre del año que era un ejercicio completo de retos,  con implementación de nuevas regulaciones, cambio de tarifas un entorno geopolítico complicado, valoraciones del índice que están bajando…

Hemos bajado un 12.7% en el acumulado de los 9 meses. Los costes suben más de lo habitual. Hemos registrado unas cantidades extraordinarias que excluidas el resultado hubiese bajado un 10.4%

Está siendo un año bastante complicado.

El año pasado también se registraron descensos ¿Qué podemos esperar del cierre de 2018?

Es verdad que caídas de volúmenes no podemos dar. Puede haber un grado de dispersión bastante elevado.

Tenemos una visión más a medio plazo que presentamos el pasado 4 de octubre en el 'Investor Day'. que lejos de apalancarnos en esta evolución de volúmenes tenemos una serie de proyectos de crecimiento en la que esperamos que la compañía crezca en los próximos tres años en ingresos un 4% anual y en beneficio neto un 6% anual.

Además presentamos criterios de inversión y financiación para impulsar el plan estratégico con un planning orgánico que esperamos implementar en los próximos tres años.

Se observa en sus cuentas una disminución del flujo de capital a la Bolsa y un aumento a la renta fija. ¿Sigue siendo la renta variable una buena herramienta para la financiación de las compañías españolas?

Sí. Si. Lo bueno que tenemos es que tenemos una diversificación de fuentes de financiación. Es decir, una compañía tiene que pensar que estructura financiera le interesa más. Nosotros tenemos dos posibilidades.

Por un lado una ampliación de capital una salida a Bolsa que no solo te da la financiación sino un plus de profesionalidad de las compañías, visibilidad: te pone en el mundo de los mercados de capitales, que siempre viene bien para la gestión interna, buscar nuevos proyectos de crecimiento porque tienes una presión que no tienes si no estás cotizado...

Luego está la alternativa de renta fija que en una estructura financiera adecuada tiene también cabida. Las compañías, después de la crisis, van siendo cada vez más conscientes de que no pueden tener una dependencia de los bancos, sino que tienen que estar en los mercados.

A cierre de 2017 aumentaron el 'payouta más de un 94% ¿Siguen manteniendo ese compromiso con el dividendo de los accionistas?

Si. Nuestro compromiso con los accionistas está en el ADN de  BME: mantener una retribución lo más elevada posible a los accionistas. Siempre hemos tenido 'payoutspor encima del 90% y sigue siendo nuestra visión.

Sobre todo en la parte orgánica del crecimiento. Luego, cuando tengamos un crecimiento inorgánico ahí tendremos que analizar porque no solamente un inversor podrá tener dividendos en los niveles actuales, sino que además se vería beneficiado por un incremento potencial de la cotización.

Hablaba del lastre que ha supuesto en sus cuentas los costes regulatorios, sin la que la caída del beneficio se habría reducido al 10,4%. ¿Qué puede suponer el impacto de la imposición de la tasa Tobin?

Si, creemos que cualquier impuesto de estas características no crea riqueza. Al final, dificultar el crecimiento e impulsar la deslocalización de determinados flujos de financiación que luego son difíciles de recuperar, no es positivo.

Lleva tiempo y recorrido. Esperemos que en el caso de que se llegue a implementar las autoridades vean bien cómo instrumentar este impuesto para que estos efectos negativos no se materialicen.