Semana de paso en las principales bolsas mundiales, en la que hemos asistido a una recuperación de los índices más débiles del agregado DJ US Index, dejándome otra opción para buscar una idea bajista
en un mercado que a pesar de insinuar nuevos máximos; ¡no deja de empeorar!

Las bolsas europeas siguen marcando una etapa lateral en el precio, con muchas dudas y los 10.500 puntos del IBEX 35 siguen siendo un escollo muy duro de roer. El mercado parece esperar de manera descarada el desenlace de la política monetaria del BCE, que amparado bajo el mandato de la estabilidad de los precios, debería actuar de manera decisiva para aniquilar el fantasma deflacionista.

Los datos que hemos conocido a lo largo de esta semana han sido poco halagüeños y las expectativas de inflación que manejan los principales líderes monetarios nos parecen erróneas. En Blackbird creemos que hay cierto optimismo en torno a la amenaza deflacionista y creemos a su vez que si la complacencia se apodera nuevamente del BCE, podríamos vivir un rebrote de la crisis europea y en esta ocasión, retomar el camino de la recesión, lo que obligaría al BCE a tomar decisiones que podrían dilapidar nuevamente a una generación.

No pretendo ser alarmista, y entiendo que tras las últimas declaraciones del FMI y del BCE, se barajan hipótesis suficientemente negativas como para que la máxima autoridad sea contundente en sus medidas. Suficientes o no, Mario Draghi debe actuar de manera decidida para estabilizar los precios, que al fin y al cabo es el propósito de su mandato y de esta manera estimular el crecimiento económico para dar carpetazo definitivo a la crisis que comenzara hace ya 7 años, en 2.007.

Dentro de las múltiples decisiones que se barajan, comprendo que la penalización en los depósitos que los bancos realizan al BCE, es una solución que en función de su ejecución podría ser una buena alternativa a la impresión monetaria. Si el BCE actúa de la misma manera que lo hizo la FED, terminaría comprando deuda pública, saneando los balances bancarios. Al fin y al cabo, comprar bonos en el mercado implica hacerse dueño de unos activos que actualmente están en manos de los bancos. Los bancos pueden vender bonos a buen precio y de esta manera ir a nuevas emisiones o comprar otros activos. La solución aplicada por la FED tiene muchos riesgos, que implican un problema de fuerte inflación a futuro. Por lo tanto, podríamos decir que imprimir dinero para frenar la deflación, sienta las bases de un fuerte repunte de los precios, que sucedería en el momento que las expectativas de inflación se reduzcan y los bancos conviertan las inyecciones en moneda mediante el préstamo. El BCE podría optar por penalizar a los bancos, que han depositado ingentes cantidades de dinero durante la crisis, lo que provocaría la compra de deuda pública europea por parte de dichos bancos sin que el balance del BCE se resienta y evitando que la impresión monetaria afecte de facto a una hipotética inflación dentro de varios años.

Soy consciente que hablar de inflación es una quimera hoy en día, pero claro está que para superar la crisis de Lehman Brothers, se han ido generando soluciones que indiscutiblemente han terminado en nuevas crisis.

ibex 35


Por otro lado, la compra masiva de bonos por parte de los bancos no implicaría impresión monetaria, por lo tanto, las conclusiones de que el EUR podría desplomarse si el BCE toma decisiones no convencionales es, en mi opinión, ciertamente dudosa. La solución de penalizar los depósitos no implica incrementar la oferta monetaria, por lo tanto, le daría mayor solidez si cabe al euro y un atractivo en cuanto a que los grandes inversores internacionales, podrían ver en los activos de deuda y equity europeos un objetivo de inversión.

Por otro lado, el sector más beneficiado si se produce cualquier actuación que implique de facto compra de bonos, es el sector financiero. Los bancos se verían fuertemente beneficiados por la mejora en sus balances originada por la mejora en los precios de su cartera de bonos, de la misma manera que el desplome del bono español en 2.011 perjudicó los balances bancarios, que fueron obligados a provisional fuertes pérdidas bajo el pretexto de la norma contable de prudencia. La subida del bono español sería un catalizador para el beneficio por acción de los bancos medianos españoles, por lo que se presentan como una idea clara y clave a medio plazo.

Técnicamente, los bancos medianos liderados por Popular, Sabadell y Bankia, han corregido sus precios y han dejado las cotizaciones a niveles muy apetecibles para tomar posiciones, por lo que aprovecharía para tomar posiciones en corrección, que en algunos casos como el Popular, roza ya el 22%. No podemos negar que los riesgos implícitos en las cotizaciones de los principales bancos se recogen en la cotización del IBEX 35, por lo que seguiremos expuestos a los bancos españoles mientras el selectivo se mantenga por encima de los 10.200 puntos.

Mientras desde Blackbird continuamos buscando ideas de inversión en un entorno especialmente hostil, seguimos manteniendo la cautela, pero pensando que la fuerte complejidad que estamos viviendo en 2.014 puede resolverse de manera muy favorable en función de la decisión que tome Mario Draghi. Sin embargo, más allá de nuestra actitud que como especuladores defendemos, esperamos que Mario tome una decisión que convenza a todos y que sobretodo, más allá de apremiar las cotizaciones, sirva para que la economía europea arranque de manera decisiva y que de paso, sirva para que los propios bancos, otrora culpables, lideren las acciones necesarias para que las condiciones de financiación de los principales estados europeos así como la rentabilidad de los diferentes activos, se ajuste a la realidad y permita que Europa, de manera definitiva ¡apuesta por el crecimiento!

Gisela Turazzini
CEO | BLACKBIRD