El Gobierno ha tomado nuevas medidas de control del sistema financiero
con el aumento de exigencias de core capital pero, “ya hace un año se tomaron medidas para reestructurar las cajas con un plazo concreto pero, después se saltaron las cosas a la torera, ahora, veremos si volverán a ser laxos, pero las cosas que se hagan, creo que se pueden hacer mejor”, opina el experto. “El problema se transmite al Estado, pero lo tienen las financieras y con estas reformas el pueblo pone el dinero, sanea las entidades y luego las privatizarán”. Del Canto cree que “muchas entidades no cumplirán con el core capital exigido, sobre todo las cajas de ahorros”.

En España “el sistema bancario español no ha tenido necesidad de vender activos porque siempre ha estado el Estado aceptando cualquier basura a cambio de darles dinero y mantenerlo, pero algunas cajas están en una situación en la que habría sido mejor intervenirlas y liquidarlas, pero no lo han hecho porque son su presa para conseguir financiación para las entidades financieras”. En los casos en los que no cumplan con las exigencias, “la cotización se verá dañada”.

Para cumplir con las exigencias de core capital también se baraja que las financieras tengan que desinvertir en activos que tengan en bolsa, por lo que “los grandes valores, que son en los que más invierten los bancos, se verán afectados, especialmente las eléctricas, empresas de comunicaciones y constructoras”.

También se baraja que las entidades financieras se queden con las viviendas en caso de no cumplir sus dueños con los créditos, algo a lo que los bancos no acceden “porque hay una serie de reglas contractuales que elevan muchísimo el importe de la deuda en caso de embargo y porque les conviene recibir más dinero que viviendas ya que, desde junio, tienen que cumplir con unas exigencias sobre reservas y depreciaciones de esos activos en cartera”.

Además, “en 2006 y 2007 se sobretasaban las viviendas y ahora han caído mucho sus valoraciones, por lo que los activos sobrevalorados entonces, ahora no valen tanto y, para recuperar el dinero, se tendría que hacer una quita y vender rápidamente el bien, lo que no les conviene a los bancos”.

Respecto a los países periféricos, del Canto afirma que “los problemas en la Eurozona son latentes. El riesgo de impago de la deuda española por encima de los 260 era exagerado, no porque no debamos financiarnos a esa tasa, si no porque la tasa de endeudamiento de Alemania se mantenía baja, cuando la realidad bancaria es otra, el mercado interbancario es prácticamente inexistente, los banco se financian por acuerdos bilaterales y en ellos se demuestra que hasta los bancos alemanes necesitan financiarse a tasas por encima de la deuda soberana de su país”.

En el caso de España, “el riesgo es latente, no por el Estado, si no por el sistema financiero, que tiene un nivel de deuda inaceptable, no se le contabiliza las carteras de vencimiento ni han valorado las minusvalías latentes en las carteras de deuda soberana, sólo las carteras de negociación y, mientras estas minusvalías no afloren, el riesgo seguirá latente y los sustos regresarán magnificados”.

Por otro lado, “es inevitable que intervengan Portugal”, dice el analista, “mientras que en España esta situación queda alejada y las ayudas no las necesitará el Estado, sino el sistema financiero, aunque esto terminará por trasladarse al pueblo”.

Si el barril de petróleo llegara a los 100 dólares, como se espera, “las petroleras se beneficiarán mucho, mientras que las productoras de energía se verán perjudicadas”. El experto cree que “el barril llegará a los 103-112 dólares, que son una importantes resistencia que no superará, incluso el año que viene podría volver a los 70 dólares”.

A nivel doméstico, “en España tenemos que tener en cuenta que las subidas en el precio de la gasolina han venido más por las tasas que por el precio del barril, pero no creo que esto condene al fracaso a nuestra economía”.

Del Canto dice que “es partidario de no tocar banca española ni deuda emitida en euros, mientras que hay oportunidades en empresas de tamaño medio como Vueling, por las consecuencias que pueden tener sobre ella el funcionamiento de IAG, o Faes y Ence”.