A estas alturas, ya todo el mundo sabe que el
Banco Santander va a hacer un ajuste de plantilla y de oficinas, adaptándolas a un modelo de negocio más digital en el que no necesita tantos empleados y sobre todo cambian las formas de dirigirse a los clientes. (Ver: El futuro de los empleados en banca
)  Está claro que la banca va a sufrir una transformación en los próximos años ante los nuevos competidores tecnológicos que aportan soluciones financieras a los clientes sin tener tanta regulación ni cortapisas regulatorios y encima, con mucho más musculo financiero. Pensemos en Google, Facebook …y sobre todo que el cliente no va a pisar una oficina bancaria ya que cada vez más se autogestiona sus operaciones corrientes.
 
El entorno de tipos cero hace que los márgenes para la banca sean muy pequeños y, teniendo en cuenta que de la cuenta de resultados de la banca, más de un 70% son derivadas de intereses por préstamos, un 20% de comisiones de gestión  y apenas un 10% de comisiones de  productos de pasivo,  hará que la Banca siga con su via crucis particular, que no cesa desde el estallido de la burbuja inmobiliaria.
 
La banca española tiene un modelo de negocio basado principalmente en productos de Activo ( hipotecas y préstamos a particulares y empresas)  que es lo que está sufriendo, ni el banco da ni el cliente quiere que le den con garantías adicionales , y  los productos de Pasivo no terminan de compensar la pérdida de ingresos del activo, porque en España el importe de la riqueza de las familias es inmobiliaria y no en acciones , fondos de inversión o planes de pensiones, por lo que sus ingresos son mucho menores en este sentido.
 
Justamente a los productos de activo son los que más competidores Fintech le están saliendo, empresas que aglutinan ahorros de inversores para ofrecer préstamos personales o a empresas con otros sistemas de scoring y todo a través de internet sin necesidad de tener oficinas bancarias y una mínima parte de los empleados. Hasta ahora estas empresas sólo están dando pequeños mordiscos, pero sin duda pueden ser un gran competidor de futuro.
 
Mientras tanto, tanto los reguladores financieros locales cómo los internacionales ( ESMA) están constantemente presionando a las entidades financieras con nuevas normativas ( MIFID II) y otras cuestiones regulatorias que hacen que los recursos necesarios para poder estar al día de dichas normativas sean cada vez mayores , es decir las entidades tienen menos ingresos pero en cambio sí más costes.
 
Recientemente en una conferencia que organizamos un representante de una gran banca privada en España nos indicó que el 30% de los empleados ya son informáticos y técnicos, debido al volumen brutal de cumplimiento normativo que la banca se ve obligada a tener, y el representante de una de las mayores salas de tesorería Españolas nos indicaba igualmente que por cada persona de tesorería, hay 3 de Back Office y de cumplimiento normativo. (Ver: ¿Qué se juega el sector del asesoramiento y la gestion con Mifid2?). Toda una estructura que las nuevas empresas de Fintech no tienen que soportar.
 
Se estaba esperando a la formación de gobierno para que empezase el baile de las fusiones, ya que el mercado no da para mantener tantas oficinas como hay actualmente- Supuestamente aún habría más concentración entre grupos financieros, pero ante todos estos retrasos en la composición de gobierno,  las entidades han preferido empezar a moverse y hacerse ellos solos más competitivos y adaptarse a todo lo que viene, y es que en unos años apenas tendrán movimiento por las oficinas, ya que las operaciones diarias los usuarios se las hacen a través del móvil o de la web del banco, en 10 años muchos de los clientes mayores de las entidades ya no estarán con nosotros y actualmente son un porcentaje importante de las visitas a las oficinas.
 
El sector se verá abocado a una doble tarea, por un lado encontrar su modelo de negocio sostenible, hay alguna entidad que está viviendo de hacer ventas de productos nada financieros, cómo de teléfonos móviles para generar una comisión,  y por otro ver los canales que tienen que tener para hacerlos viables.
 
Los cambios no solo se verán en el sector financiero bancario , también en el sector asegurador aunque en este caso irán más lentos, ya que el sector asegurador está muy desintermediado a través de muchos agentes financieros independientes, por lo que son costes variables para las aseguradoras, mientras que los empleados de banca son gastos fijos toda la estructura que tiene, sin duda el presente y futuro ya está  hiendo a que la banca tenga sus propios agentes financieros mientras que la central se dedique al desarrollo de producto a través de canales telemáticos.
 
El Banco Santander es el primero que mueve ficha, pero prepárense para el resto en los próximos meses,  y aun así habrá fusiones. Trabajar en banca ya no es lo que fue.

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