De entre todos los riesgos que han afectado a los mercados financieros durante este 2015 que aborda ya su recta final, hay dos que, aparentemente, se han hecho más fuertes que los demás, y que han cargado con mayor contundencia sobre los activos de riesgo: El miedo a una subida de tipos de interés por parte de la Reserva Federal- que una vez más no se ha producido en la última reunión del pasado miércoles y que podría abortar lo que algunos creen que es una incipiente recuperación-  y las dudas generadas especialmente durante los meses de verano por la economía china y su evolución.

Después de años de una política “más que laxa” de la Reserva Federal, pensamos que los mercados ya deberían plantearse, sin grandes temores, que lo que toca es ir subiendo tipos. De acuerdo, no de forma compulsiva e indiscriminada, pero sí toca subirlos
. En nuestra opinión, nada pasaría porque se inicie el proceso ya, más si cabe con los mensajes de prudencia que no dejan de enviarse desde la Fed. La economía americana crece a buen ritmo, la tasa de paro se muestra reducida y las empresas ganan – aparentemente - más dinero. Estamos muy alejados de aquellos períodos de grandes dudas e incertidumbres que vivimos en 2008 y 2009.

Pero quizás lo que más nos ha llamado la atención, por la expectación que ha despertado, ha sido todo lo que ha ocurrido con China y su economía, que ha pasado en apenas unas semanas de ser el sustento de muchas economías occidentales y de otros tantos países que basan su crecimiento en la producción de materias primas, a ser una verdadera espada de Damocles para los mercados a corto plazo.

Y decimos que nos ha llamado especialmente la atención porque hemos podido ver cómo nuestros clientes en iBroker.es, a pesar de llevar muy poco tiempo operativos, (comenzamos nuestra actividad el pasado 16 de julio), no hacían más que preguntarnos sobre los productos que teníamos disponibles para operar sobre China. Así nos llevamos la sorpresa de que los dos CFDs sobre ETFs sobre la bolsa de Hong Kong que disponemos, (el iShares China Large-Cap, nominado en dólares, y el Lyxor ETF China, nominado en euros), se convertían durante tres semanas en unos productos muy contratados, en dura pugna con los tres CFDs que operamos sobre ETFs del VIX, así como el propio futuro del índice de volatilidad.



El ETF iShares China Large-Cap busca replicar los resultados de inversión de un índice compuesto por acciones de elevada capitalización que cotizan en la bolsa de Hong Kong, mientras que el Lyxor ETF China sigue la evolución del índice HSCEI (Hang Seng China Enterprises Index).



Todo lo relacionado con China está sobredimensionado. No es para menos. China representa más del 15% de la actividad global mundial y, según cifras del FMI, ha aportado más del 25% del crecimiento mundial en los últimos años.



Que la economía china ha desacelerado, es una evidencia, pero también es cierto que esa desaceleración es una consecuencia lógica de las reformas llevadas a cabo por el Gobierno chino. China quiere (y debe) convertirse en una economía de consumo. Quiere dejar de crecer gracias a la inversión y a las exportaciones, para ser una economía de demanda de consumo (como EEUU y Europa). En este cambio habrá perdedores, los que han salido más beneficiados de estos años de crecimiento: gran empresa pública sobredimensionada gracias al crédito fácil, exportadores de materias primas y de energía, y suministradores de bienes de equipo como Alemania, Corea y Japón).

En el futuro debemos acostumbrarnos a que China - con un crecimiento “más por debajo” del 7% que por “encima del 8%”- tendrá que acostumbrarse a este crecimiento. Y no sólo ellos, también los occidentales pues lo intereses creados son tremendos, sobre todo, a nivel interno. No hay que olvidar que en China “todo” es Partido Comunista y que los que van a salir perdiendo, internamente, son miembros destacados del partido. Hay dudas en la capacidad del Gobierno para gestionar esta situación y hay dudas, porque hasta ahora se han dado señales en muchos casos contradictorias, que es lo peor que un Gobierno puede hacer. La respuesta de las autoridades chinas en ocasiones no ha sido clara y en otras ha decepcionado y esto siembra muchas incertidumbres. Es cierto que la credibilidad de las autoridades e instituciones se puede haber visto dañada, pero ni mucho menos está destruida.

Hay otro aspecto a tener en cuenta:creemos que el Gobierno chino se guarda una bala muy importante en la recámara, están dispuestos a acercar el desarrollo - que hasta ahora se ha conseguido en las grandes ciudades y su entorno - al profundo interior del país que, más que lejos, está lejísimos de alcanzar unos niveles “mínimos aceptables” para sus ciudadanos. La barrera entre el interior y los grandes núcleos de población se está haciendo cada vez mayor. Y esa “bala guardada” en realidad no es una bala, es un auténtico arsenal que podría contribuir a que el crecimiento de la economía china se mantuviese en un alto nivel muchos años todavía.

¿Puede la preocupación sobre las perspectivas de crecimiento de la economía china generar pérdidas a nivel global que perjudicasen a la economía global y a los mercados financieros en particular? La opinión generalizada es que no, aunque lógicamente, siempre hay excepciones a esta opinión.

Una de las consecuencias del frenazo en la economía china ha sido la caída de los precios de las materias primas y especialmente del petróleo. Aunque para algunos países productores ha supuesto un castigo, para la mayoría de las economías occidentales esto ha sido un auténtico bálsamo, ya que ha generado importantes ahorros en las cuentas de resultados de muchas empresas. En Europa, esta circunstancia ha ayudado a mitigar los riesgos de un menor crecimiento.

Tampoco se observa una especial preocupación por una hipotética guerra de divisas, que hace años también hubiera desestabilizado bastante el panorama. Por otra parte, los bancos centrales siguen demostrando que tienen una importante capacidad de actuación. Y esto es aplicable también a China, aunque no parecen esperarse nuevos recortes de tipos durante los próximos meses por parte del banco central chino.

Apenas dos meses después del apogeo de la crisis china en los mercados, observamos cómo los volúmenes de contratación en los CFDs sobre los ETFs sobre la bolsa china que comercializamos y que mencionamos anteriormente han vuelto a lo que podríamos denominar “niveles normales”, (al igual que ha ocurrido con los productos relacionados con el VIX) y, como la atención de nuestros clientes en iBroker.es, vuelve a centrarse en los productos más convencionales como los CFDs de acciones europeas y americanas, los CFDs sobre índices y los futuros sobre los principales índices mundiales, pero ni mucho menos descartamos que China vuelva de nuevo a la actualidad en las próximas semanas, generando nuevos episodios de volatilidad. Y como ya se sabe, esos episodios de gran volatilidad generan muchas oportunidades de hacer buenos trades.