En ese caso, los analistas de Barclays consideran que la realidad no es tan benévola con las bolsas emergentes. Los expertos del banco de inversión creen que hay que analizar este ratio – real yield gap- para determinar el atractivo de la renta fija con respecto a la renta variable.

Según los siguiente gráficos que han preparado en esta entidad, el real yield gap en la mayor parte de los países emergentes se ha situado en la media histórica. Esto podría explicarse, de acuerdo con estos expertos, por la caída de los bonos en estos países el año pasado tras la histórica huída de los fondos de inversión de estos activos durante el año pasado.

real yield gap


Mientras tanto, la valoración de las compañías no ha cambiado prácticamente, ya que aunque ha habido caídas en bolsa, éstas se han producido en un entorno de descenso de los beneficios empresariales.

Sin embargo en Barclays consideran que la perspectiva para la renta fija emergente “podría no ser tan mala como mucha gente piensa”, explican en una nota repartida a inversores. De hecho piensan que si algunos de los riesgos que sobrevuelan hoy al panorama emergente - Turquía, Rusia, Ucrania- se calman, los mercados podrían volver a favorecer este tipo de activos de nuevo. 

En Barclays no creen, sin embargo, que en los próximos meses vayamos a asistir a una importante rotación de activos desde bonos emergentes –riesgo- hacia la renta fija emergente –considerada más segura-. De hecho, creen que esta previsión no se soporta por valoración.

Tras estas reflexiones, los expertos de Barclays recomiendan algunas oportunidades en este sector. 

Los bonos parecen particularmente atractivos frente a las bolsas en: Hungría y Brasil
La renta variable, por el contrario, es atractiva frente a los bonos en Turquía y China.


En cuanto a Rusia, recomiendan ser muy cautelosos. Aunque creen que la renta variable cotiza con descuento frente a los bonos, en relación a otros países, en términos históricos no ocurre lo mismo cuando se compara la evolución dentro del propio mercado. Es decir, los bonos siguen pareciendo atractivos.

atractivo de bonos - renta variable