La compañía estadounidense ha cambiado sus previsiones por la demanda sobre irregular los chips para automóviles, electrodomésticos, ordenadores y productos para la industria. La compra de los chips utilizados para los coches cayó, mientras que los destinados para las infraestructuras de comunicaciones mejoraron en el tercer trimestre, lo que ayuda a compensar la caída en sus ingresos.

La empresa tecnológica registró un beneficio en el tercer trimestre de 629 millones dólares, 0,56 dólares por acción, en comparación con los 784 millones de dólares del mismo periodo en 2012.

Texas Instruments obtuvo 3.244 millones de dólares en ventas, frente a los 3.390 millones de dólares en el tercer trimestre del mismo periodo del año pasado

Tras estos resultados, la empresa ha rebajado sus previsiones para el último tramo del ejercicio. Ahora esperan que los ingresos sean de 2.860 millones dólares, frente a los 3.100 millones de dólares que la compañía preveían inicialmente.

El consenso de analistas estimaba que los ingresos fueran de 3.226 millones de dólares para el tercer trimestre y de 3.116 millones de dólares para el cuarto trimestre.

Así, los Indicadores Premium de Estrategias de Inversión muestran que Texas Instruments se encuentra en fase alcista, mientras que recibe una puntuación de 8 puntos en una escala que oscila del 0 al 10.

Este análisis técnico pone de manifiesto que la tendencia a largo plazo y a medio plazo es alcista, que la volatilidad es decreciente en el tiempo, pese a que señala que el volumen es decreciente.

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