El gas natural licuado se posiciona como el combustible alternativo más limpio y eficiente para el transporte marítimo
19 de diciembre de 2014. Los Presupuestos Generales del Estado para 2015, aprobados ayer por la tarde, incorporan como novedad la reducción del 50% en las tasas portuarias para buques que utilicen como combustible gas natural licuado (GNL) para su propulsión en alta mar, así como para los buques que durante su estancia en el puerto utilicen gas natural para la alimentación de sus motores auxiliares.
“Esta es una buena noticia para el sector del gas”, según Antoni Peris, el presidente de la Asociación Española del Gas, Sedigas, quien destaca “la nueva oportunidad que se le abre a la industria del gas, a la vez que supone un nuevo punto de desarrollo para la economía del país”.
Según Peris, “no debemos olvidar que el gas aporta un 0,5% del PIB y da empleo a más de 150.000 trabajadores, directos e indirectos”. Con esta nueva medida, en opinión del presidente de Sedigas, “no sólo se mantienen las cifras económicas sino que se pueden ver incrementadas de una manera exponencial”.
Además, tal y como afirma el presidente de Sedigas, “el gas contribuye no sólo a mejorar la calidad del aire de los puertos, sino también a la de las ciudades que se encuentran en el área de influencia de dichos puertos”. El gas natural es la energía tradicional más respetuosa con el medio ambiente, al reducir las emisiones de óxidos de nitrógeno (en un 80%), las partículas en suspensión (más del 95%) y los óxidos de azufre (cerca del 100%), producidos en gran cantidad por los combustibles habitualmente utilizados para los combustibles marinos. También reduce las emisiones de CO2 (25%), principales responsables del efecto invernadero.
Potencia en GNL
España es una potencia en GNL a nivel europeo. Sin ir más lejos, dispone el 36,5% de la capacidad europea de almacenamiento de GNL en plantas de regasificación, distribuida en sus 6 regasificadoras activas —el sistema gasista español cuenta con 7 regasificadoras, de las 23 que tiene Europa—. Además, goza de una doble vía de aprovisionamiento; durante el período de noviembre de 2013 a octubre de 2014, el 53% del gas que llegó a España lo hizo a través de gasoducto, mientras que el 47% restante, vía metanero.
Este último sistema permite recibir gas de cualquier lugar del planeta. Sin ir más lejos, España está recibiendo gas de 11 mercados diferentes, elemento que nos posiciona entre los países más diversificados de Europa. En 2013, 228 buques descargaron en las regasificadoras de Barcelona, Huelva, Cartagena, Bilbao, Sagunto y Mugardos.
Parque de cisternas más grande de Europa
Además, el sistema gasista español posee una consolidada red de distribución de GNL por carretera, a través de cerca de 250 cisternas que transportan este combustible por toda la península. Esta infraestructura, permite poner al GNL a disposición del usuario en cualquier punto y en cualquier puerto para el suministro directo del buque que lo precise. Este parque, el mayor de Europa, realiza 52.800 servicios al año.
Además de las cisternas, las empresas españolas son líderes en tecnología del GNL, elemento que viene a reforzar el desarrollo del mercado del gas natural en el ámbito de los buques y en puertos.
La situación geoestratégica de la península ibérica permite una intensa circulación de barcos entre el Océano Atlántico y el Mar Mediterráneo, elemento que favorece que los puertos de Algeciras y Gibraltar se encuentren entre los mejor posicionados en cuanto a tráfico a nivel mundial.
Marco regulatorio
La utilización del gas natural licuado no sólo es relevante para la consecución del objetivo comunitario 20/20/20 sobre eficiencia energética, utilización de energía renovable y disminución de las emisiones de efecto invernadero, sino también para cumplir con el reciente acuerdo del 28 de octubre de 2014 para llegar al 27/27/40 para 2030.
El transporte marítimo ya esta comprometido a nivel internacional al tener que cumplir con las exigencias del Convenio MARPOL VI sobre el contenido de azufre, limitado a menos de 1% a partir de 2015 en zonas especiales como el Báltico y Mar del Norte. En este sentido, los puertos españoles están bien situados en la ruta de buques con dichos destinos, con el fin de facilitar el repostaje a los que hayan incorporado el GNL como combustible marino.
En relación con la mitad de los barcos que realizan transporte marítimo de corta distancia en Europa, de conformidad con lo dispuesto en la Directiva 2012/33/UE del Parlamento Europeo y del Consejo, una red básica de puntos de repostaje de GNL en puertos marítimos y fluviales debe estar disponible a más tardar en 2025 y 2030, respectivamente.
La decisión sobre la ubicación de los puntos de repostaje de GNL en los puertos debe basarse en un análisis coste-beneficio que incluya un examen de los beneficios medioambientales además de tener en cuenta materia de seguridad.