En España, un 39% de la población sufre esta enfermedad que afecta a todas las edades, aunque es más común en mujeres, personas mayores y quienes utilizan el ordenador en periodos de tiempo prolongados. Se manifiesta cuando el ojo no produce suficientes lágrimas o estas no son de calidad y, por este motivo, sus efectos repercuten en el día a día de los pacientes. En este contexto, el Instituto ha puesto en marcha la nueva Unidad de Innovación en Terapias Oculares, que incluye el Área de Diagnóstico y Tratamiento de la enfermedad de Ojo Seco. “Un espacio vanguardista en el manejo de las patologías de la superficie ocular para poder seguir avanzando en nuestro compromiso con la innovación y la búsqueda de la excelencia”, señala el doctor Vicente Polo, director del Instituto Oftalmológico Quirónsalud Zaragoza.
La causa más frecuente de este trastorno es la disfunción de las glándulas de meibomio, encargadas de elaborar la capa lipídica de la película lagrimal que lava, protege, nutre y lubrica el ojo. El doctor Antonio Mateo, especialista en córnea y superficie ocular del centro hospitalario, explica que “afecta a la calidad de vida de las personas. Concretamente, inflama y daña las estructuras que forman la superficie del ojo, provocando enrojecimiento, sequedad o la sensación constante de tener tierra metida en los ojos”. “Otros síntomas -añade- son escozor, ardor, molestia a la luz, dolor y, a veces, aumento del lagrimeo reflejo”.
El centro dispone del equipo con mayor desarrollo tecnológico
El diagnóstico comienza identificando los síntomas tras escuchar al paciente. Posteriormente, se realiza un estudio completo para evaluar la superficie ocular y descartar otro tipo de problemas. El doctor Antonio Mateo precisa que “en Quirónsalud Zaragoza se aborda esta enfermedad desde un punto de vista multidisciplinar e individualizado”. “En este sentido -continúa-, contamos con la tecnología más avanzada y realizamos toda clase de pruebas con el fin de determinar la severidad de la dolencia”.
Para afrontar este problema de salud, se establecen una serie de pautas ambientales y de higiene, además del uso de sustitutos lagrimales, como tratamientos convencionales. Asimismo, en función de los resultados, es posible aplicar otras medidas como la utilización de fármacos antiinflamatorios, geles y pomadas lubricantes, administrar calor palpebral o elaborar diversas formulaciones y derivados hemáticos.
Pero, a su vez, como complemento, han surgido una serie de terapias físicas innovadoras. Entre ellas, destaca la técnica de luz pulsada intensa, conocida como IPL, una de las más punteras en este campo. “Es un tratamiento seguro, eficaz y cómodo para el paciente”, afirma el especialista, quien también apunta que “en el Instituto disponemos del equipo con mayor desarrollo tecnológico y versátil para tratar distintas patologías oculares”.
En relación con el ojo seco, el doctor Antonio Mateo indica que “se suele aplicar para mejorar el funcionamiento de las glándulas de meibomio palpebrales y reducir la inflamación del párpado y de la superficie ocular”.
El tratamiento estándar requiere cuatro sesiones y el paciente comienza a experimentar mejoría a partir de la segunda o tercera. “El resultado es una mayor estabilidad en la lágrima y una reducción de la inflamación”, asegura el especialista. Por otro lado, también puede ayudar a disminuir significativamente el uso de lágrimas artificiales.