Consiste en la permanencia de síntomas tras la infección por SARS-CoV-2 tres meses después del inicio, con síntomas que duran al menos 2 meses y no pueden explicarse con un diagnóstico alternativo. Además, estos síntomas pueden persistir desde la enfermedad inicial o bien aparecer tras la recuperación del paciente, al mismo tiempo que pueden aparecer y desaparecer, o reaparecer con el tiempo. Algo bastante desconcertante para quienes lo padecen.
Según asegura el doctor Álvaro Flamarique, especialista en Medicina Interna del Hospital Quirónsalud Zaragoza [https://www.quironsalud.es/zaragoza], en la actualidad no se dispone de trabajos científicos que puedan detallar la incidencia de la Covid persistente con las distintas variantes del SARS-CoV-2, ni tampoco está claro su origen.
El 'poder' de las hormonas
Sí se va conociendo más que la Covid de larga duración es más frecuente en las mujeres, más si son jóvenes. Según destaca este experto, precisamente un nuevo estudio publicado en 'Current Medical Research and Opinion' apunta a que este síndrome post COVID-19 es hasta un 22% más frecuente en las mujeres que en los varones. ¿A qué se podría deber esto? ¿Qué hipótesis barajan quienes lo estudian?
“En los estudios realizados en España, el 50% de los casos están en edades entre los 36 y los 50 años (media de 43 años). El 80% de los casos son de sexo femenino sin enfermedades relevantes previas”, añade.
No obstante, el doctor Flamarique advierte de que, en la actualidad, no hay hipótesis plausible al respecto. “Habría que tener en cuenta cuestiones de índole hormonal como hecho diferenciador”, resalta, ya que las mujeres pueden presentar una respuesta inmune diferente a la de los hombres por esta influencia hormonal.
Precisamente, un estudio publicado en la prestigiosa revista científica ‘Nature’ recogía que las mujeres padecían este síndrome tras la infección y en esa edad fruto de las hormonas sexuales y de su actividad inmunomoduladora.
De hecho, el experto de Quirónsalud reconoce que, en su caso, son las mujeres las que más acuden a la consulta por Covid persistente: “El perfil de pacientes más frecuente en mi consulta de Covid persistente son mujeres de mediana edad que, por lo general, han pasado una infección aguda leve, pero con persistencia de la sintomatología al menos en los tres meses posteriores”.
Los síntomas más frecuentes
Según indica el doctor Flamarique, los síntomas más frecuentes, dentro de un abanico amplio (más de 200), son la debilidad generalizada o astenia (95%), el malestar general (95%), la disnea, la fatigabilidad, la dificultad para la concentración y relación de actividades mentales, lo que se denomina como niebla mental o ‘brain fog’(78%), así como los fallos de memoria (72%).
El especialista en Medicina Interna indica que en la actualidad se barajan diversas teorías sobre el origen de la Covid persistente, si bien se trata de hipótesis, actualmente en investigación. Las más relevantes son:
- La persistencia viral: El virus permanece activo en el organismo produciendo la sintomatología.
- Hiperestimulación del nervio vago: El virus produce una respuesta inmune que altera el funcionamiento del nervio vago.
- Síndrome hiperinflamatorio y alteración de la respuesta inmune: El virus genera una hiperactivación del sistema inmune con alteración de la respuesta por citoquinas que produce una afectación generalizada del endotelio (endotelitis), así como afectación microvascular con afectación de distintos aparatos y órganos.
El síndrome de COVID PERSISTENTE lo puede presentar cualquier persona tras una infección aguda por SARS COV-2 definiendo dos grupos:
- Un grupo de casos asociados al paciente grave con ingreso en UCI prolongado y con tendencia a la fibrosis pulmonar, considerándose como un post COVID.
- Otro grupo de casos que presentan síndrome de COVID PERSISTENTE y que generalmente son infecciones en fase aguda leve con persistencia de la sintomatología tras la fase aguda.
Asimismo, el doctor Flamarique resalta que para el tratamiento de la Long Covid es necesaria una colaboración multidisciplinar entre los distintos servicios médicos (medicina interna, cardiología, digestivo, neumología y atención primaria), constituyendo hoy en día un nuevo desafío para la comunidad médica.
Sin embargo, sí subraya que la buena noticia es que a partir de los 6 meses de contraer la COVID-19 se ha constatado una mejoría gradual en un porcentaje considerable de los pacientes que presentan este síndrome.