A la hora de meternos en la cama y dormir a pierna suelta, contar un cuento o leer un libro suelen ser opciones bastante eficaces para conciliar el sueño y descansar bien toda la noche. Un buen descanso es fundamental para poder afrontar al día siguiente, con energía, las actividades diarias. Sin embargo, hay personas que, a pesar de descansar bien durante la noche, están durante todo el día con una somnolencia constante y excesiva, necesitan dormir más, de 11 horas diarias Este problema es un trastorno del sueño que se conoce como hipersomnia y aunque es poco frecuente, quien lo sufre puede sentir necesidad de dormir en cualquier situación, incluso cuando está conduciendo o trabajando, lo que hace que la hipersomnia pueda ser potencialmente peligrosa. La hipersomnia provoca que la persona que la padece, además de tener sensación de sueño a todas horas del día, también siente cansancio, pesadez y torpeza de movimientos, lo cual influye en la concentración, la memoria y el humor.

La hipersomnia puede estar provocada por enfermedades neurológicas, por problemas psiquiátricos o psicológicos o por la ingesta de fármacos que pueden alterar el ritmo del sueño y producir durante el día una sensación de somnolencia fuera de lo normal. Una vez que el especialista ha diagnosticado el trastorno, tendrá que ver si existe otra enfermedad asociada que puede producir la hipersomnia. El abanico es amplio, desde enfermedades respiratorias como apneas del sueño, insuficiencia respiratoria crónica (enfisema, bronquitis crónica o hipo-ventilación crónica), enfermedades endocrino-metabólicas como el hipotiroidismo, encefalopatías ocasionadas por enfermedades renales o hepáticas. Insuficiencias cardiacas o tumores. “Es frecuente en enfermedades neurológicas como la enfermedad de Parkinson, después de un traumatismo craneoencefálico, en la distrofia miotónica, que es una enfermedad muscular genética, en el síndrome de piernas inquietas con movimientos periódicos nocturnos además encontramos síntomas de somnolencia excesiva en personas con abuso de drogas, alcohol y ciertos medicamentos” explica la doctora Irene Rubio Bollinger, especialista en Neurofisiología y Coordinadora de la Unidad del Sueño del Hospital Quirónsalud Sur.

Cuando el médico especialista ha descartado que exista alguna enfermedad causante de la hipersomnia y no encuentra la causa concreta de este trastorno se habla de hipersomnia idiopática.

Para diagnosticar la hipersomnia, “en las unidades de sueño contamos con pruebas que ayudan a saber la causa de este trastorno, obviamente una historia clínica detallada del paciente nos hará pensar en una dirección y así poder realizar pruebas complementarias como polisomnografías nocturnas, actigrafías semanales, análisis de marcadores biológicos o estudios genéticos” puntualiza la doctora Rubio Bollinger.

Para diagnosticar la hipersomnia es importante conocer si las horas de sueño nocturnas son suficientes. En ocasiones, las personas que sufren somnolencia diurna puede ser porque durante mucho tiempo han dormido menos horas de las que necesita, por su edad y su condición, durante la noche.  Si estas personas consiguen dormir más tiempo sin alarmas ni despertadores que alteren su sueño nocturno, pueden disminuir los síntomas de somnolencia. También es importante mantener una higiene de sueño, acostarse y levantarse a una misma hora para conseguir un buen descanso. Hacer una siesta durante el día de unos 15 o 20 minutos puede reducir la somnolencia y no afecta la calidad del sueño nocturno. Una alimentación saludable y hacer ejercicio de forma regular benefician el descanso y reducen la somnolencia.