La doctora Romero ha explicado que la preeclampsia es una enfermedad multisistémica que afecta a entre el 2 y el 8% de las gestaciones y que es la principal causa de parto prematuro y de bajo peso al nacer, además de complicaciones a largo plazo en el desarrollo neurológico y cardiovascular en mujer con alto riesgo de tener esta patología, que supone además para la madre una de las principales causas de ingreso en la UCI. Por tanto, “es fundamental la identificación de esta enfermedad desde el comienzo de la gestación”.

El cribado de preeclampsia se realiza en el primer trimestre, entre las 11 y 13 semanas de gestación, junto con el cribado de cromosomopatías. En el Hospital Quirónsalud Córdoba, en lugar de realizar el cribado basado exclusivamente en factores de riesgo, se hace utilizando un programa informático específico, en el  que combina factores maternos (edad, peso, índice de masa corporal, antecedentes personales y antecedente obstétricos) factores biofísicos (tensión arterial, índice de pulsatilidad de arterias uterinas) y factores analíticos, con el fin de predecir si una gestación tiene riesgo alto de desarrollar preeclampsia precoz (en el tercer trimestre). 

Estos programas informáticos que emplean múltiples variables, que son los que recomiendan las autoridades sanitarias para el cribado de preeclampsia, son más eficaces que el cribado basado únicamente en factores de riesgo, ya que tiene en cuenta el valor del índice de pulsatilidad de las arterias uterinas a las 12 semanas, pilar básico para la predicción de la preeclampsia.

La doctora Romero ha señalado que el tratamiento consiste en la profilaxis con ácido acetilsalicílico desde las 12 hasta las 36 semanas de gestación, un medicamento que favorece la placentación (formación de la placenta) y mejora la circulación útero-placentaria, permitiendo reducir la incidencia de preeclampsia precoz en más del 80% de los casos.

Seguimiento permanente

Además, la identificación precoz de dichas gestantes con alto riesgo de desarrollar esta enfermedad permite adaptarlas a un seguimiento más estrecho como, por ejemplo, control de la tensión arterial domiciliaria, estudio mediante eco doppler de las arterias uterinas en la ecografía de 20 semanas, estudio analítico en determinados casos (marcadores angiogénicos), y control del perfil biofísico fetal (peso fetal estimado, curva de crecimiento estudio doppler de la arteria umbilical y arteria cerebral media).

El Hospital Quirónsalud Córdoba puso en marcha el pasado año la Unidad de Diagnóstico Prenatal y Medicina Fetal, dentro del servicio de Ginecología y Obstetricia, donde se realizan las denominadas ecografías de las 12 y 20 semanas, que son “fundamentales para conocer el estado y desarrollo del feto, así como para detectar y prevenir enfermedades”, según ha indicado la doctora Romero. 
Dentro del avance tecnológico global de la ecografía obstétrica de los últimos años, la exploración ecográfica del primer trimestre es la que más ha evolucionado. Añade la ventaja de aportar precocidad en el diagnóstico, facilitando el hallazgo de ciertas anomalías estructurales y adelantando con ello el diagnóstico y la toma de decisiones tanto por parte del facultativo, como por parte de la gestante. En la obstetricia actual se considera el primer trimestre como el más adecuado para identificar el riesgo de cada gestante y programar un seguimiento individualizado de cada caso.