Repsol cierra el primer trimestre con un beneficio neto de 1.392 millones y propone una mejora del dividendo

Los tres primeros meses del año estuvieron condicionados por la invasión de Ucrania, lo que provocó una abrupta subida de los precios del crudo que, de media, mantuvieron el Brent en los 102,2 dólares frente a los 61 dólares del mismo período de 2021. Por su parte, el gas Henry Hub se pagó a una media de 5 dólares MBtu, cerca del doble que en 2021. Un contexto que provocó el incremento en el precio de los combustibles y los hidrocarburos, que influyeron en los resultados de la compañía. Repsol alcanzó un resultado ajustado neto de 1056 millones de euros, el área de Exploración y Producción aportó el 69% de esa cifra. 

Del mismo modo, el flujo de caja operativo se situó en 1.091 millones de euros, por encima también del  registrado en el primer trimestre de 2021. Excluyendo el fondo de maniobra, este número se incrementa  hasta los 3.064 millones de euros, una notable subida (+1.437 millones) respecto a la cifra comparable 
del mismo periodo del año anterior.

La deuda neta cerró el periodo en 5.900 millones  de euros, ligeramente superior al fin de diciembre, 5.762 millones. Esto se debió, principalmente, al incremento del circulante derivado de la fuerte subida de precios de las materias primas.  Por su parte, la liquidez se situó en 9.823 millones de euros, suficiente para cubrir 3,5 veces los vencimientos de deuda a  corto plazo, por encima de las 2,95 veces de final de diciembre.

La fuerte generación de caja se ha reflejado, desde el pasado ejercicio, en una mejora de la retribución a  los accionistas, que el pasado 11 de enero recibieron un dividendo bruto de 0,30 euros por acción.

Adicionalmente, el Consejo de Administración ha propuesto a la Junta General Ordinaria de Accionistas que  se celebra el próximo 6 de mayo una mejora del dividendo en efectivo de un  5%, hasta los 0,63 euros por acción, junto con una reducción del capital social, mediante amortización de 75 millones de acciones propias, representativas aproximadamente del 4,91% del capital social de Repsol. En este entorno y según lo establecido por el Plan Estratégico para aportar valor a los accionistas, la compañía llevó a cabo un programa de recompra de acciones que supuso la adquisición de 11,6 millones de títulos.