Utilizó la conocida analogía del banco central de levantar el pie del acelerador en lugar de pisar el freno, enfatizando que pasaría un tiempo considerable entre el final del QE y la primera subida de tipos. Mi impresión sigue siendo que la Fed finalizará el QE más tarde de lo que sugiere en estos momentos. Los indicadores adelantados son débiles y los mercados intentarán forzar que la Fed se tome más en serio la caída de la inflación, probablemente por la vía de una mayor bajada de los precios de las commodities.


Lo más destacado de la reacción inicial de los mercados es la fuerza del Dólar pese a la caida de los activos de riesgo. Esto sugiere que la debilidad del Dólar que hemos visto desde que la Fed inició los QE está finalizando y que fue más bien un fenómeno temporal relacionado con la venta de activos ligados a dicha divisa en los mercados emergentes.


En términos de estrategia de inversión, seguiremos sobreponderados en Dólares pero posiblemente reforcemos nuestra infraponderación en bonos y commodities sensibles al Dólar, incluyendo el oro.

Seguramente mantengamos una pequeña sobreponderación en acciones en términos agregados. El sentimiento inversor ya estaba deprimido antes de la reunión de la Fed y a largo plazo la renta variable está mucho menos expuestas al riesgo del endurecimiento monetario que la renta fija. Seguiremos sobreponderados en renta variable estadounidense, en la que vemos buenos fundamentales, a la vez que infraponderaremos más la renta variable emergente.

Japón podría salir bien de esta situación. El sentimiento hacia este país está un poco alicaído pero la fortaleza del Dólar debería alimentar la siguiente oleada de debilidad del Yen, por lo que las exportaciones japonesas a Estados Unidos seguirán fuertes y además hay señales crecientes de recuperación en la actividad doméstica.

Trevor Greetham, Director de Asignación de Activos de Fidelity