Jefferies ha variado su recomendación sobre las acciones de Iberdrola, desde “comprar” hasta "mantener”, entre otras cosas, por dar “por descontada la estabilidad de las perspectivas de crecimiento”, a raíz del impulso mostrado por la transición energética.

Sin embargo, sigue viendo con buenos ojos sus perspectivas para la eléctrica, debido al buen posicionamiento de la energética española para generar un crecimiento de bajo riesgo “aprovechando las oportunidades de inversión” que guardan relación con la transición energética.

La firma estadounidense asegura que “para ser más constructivos con el valor, necesitaríamos ver unas perspectivas de crecimiento a medio plazo mejores de las previstas”. Jefferies también destaca que desde enero de 2020, Iberdrola ha evolucionado favorablemente al superar en un 23% al sector europeo de compañías energéticas.

El acumulado anual de Iberdrola en el selectivo en este 2023 presenta un recorrido alcista del 8,77%.

Según el consenso de los analistas de Reuters que cubren la empresa española, un 50% (14 de 28) se decantan por “mantener” las acciones de Iberdrola. Un 46% apuestan por la opción de “comprar”, mientras que el 4% restante se inclina hacia la “fuerte venta” de sus acciones”.

Además, el precio objetivo de las acciones de la empresa con sede en Bilbao asciende a los 11,99 euros, con un potencial a 12 meses en el Ibex 35 de un 2,74%.

La pasada semana, la empresa dirigida por Ignacio Galán, presentó sus resultados del primer trimestre, en los que se observa un beneficio neto de 1.485 millones de euros, un 40% más que en el mismo periodo del año anterior, gracias principalmente a “la mejora de los resultados en España y Reino Unido”, según indicaba la compañía.

Pese a estos resultados, el recorrido de Iberdrola en bolsa ha sufrido un descenso, concretamente del 1,23% si tenemos en cuenta los últimos cinco días.