Precisamente, el presidente de Telefónica, César Alierta, se reunió ayer jueves en Bruselas con la comisaria responsable de Sociedad de la Información, Viviane Reding, una de las impulsoras de la decisión que se tomará el viernes junto con la responsable de Competencia, Neelie Kroes. Alierta no quiso hacer declaraciones sobre la cuestión y se limitó a señalar que el encuentro con Reding había ido "bien".

El Ejecutivo comunitario considera que la decisión de la CMT de no obligar a Telefónica a dar acceso a sus rivales a su red de fibra óptica constituye una especie de "vacaciones reguladoras" para el operador dominante. Y cree que el acceso a las zanjas es necesario pero no suficiente para garantizar que haya competencia en el sector.

La Comisión Europea impuso el año pasado una multa de 151,875 millones de euros a Telefónica, la mayor de la historia a una operadora de telecomunicaciones, por abuso de posición dominante en el mercado de banda ancha entre los años 2001 y 2006, al considerar que cobraba a sus rivales precios excesivos por el alquiler de su infraestructura de red y les dejaba un margen de beneficios insuficiente para competir.