¿Qué es una orden con volumen oculto?
Una orden con volumen oculto hace referencia a aquella orden bursátil que muestra al sistema sólo una parte de su volumen a negociar. Una vez ejecutado el volumen mostrado, el resto se considera a todos los efectos, como propuesta de nueva introducción de carácter asimismo oculto. Este tipo de orden tendrá validez sólo para la sesión del día en que es introducida y la cantidad mínima a mostrar será de 250 títulos.
Dicho de otro modo, es una orden que se interpone en el mercado, bien de compra o de venta, que mantiene una parte oculta para el resto de inversores. Así, la parte visible de la orden se ejecuta de manera inmediata al mandato de la orden, mientras que la parte oculta se va ejecutando de manera progresiva en base a los valores que el inversores haya fijado previamente. Eso sí, solamente es válida para un día de sesión bursátil y deberá mostrar visiblemente una cantidad de 250 acciones.
Un ejemplo podría ser el siguiente: un inversor quiere comprar en un día 700 acciones de una determinada compañía. Así, las 250 primeras las comprará de manera visible para el mercado y se ejecutarán de forma inmediata. Mientras que las 450 acciones restantes las irá comprando a lo largo del día según los niveles establecidos. Por ejemplo, la primera orden con volumen oculto puede estar fijada cuando la acción llegue a 1,220 euros para comprar otras 250 acciones. Mientras que la segunda orden puede estar en 1,250 euros para comprar las últimas 200 acciones.
¿Cuándo se usa la orden con volumen oculto?
Básicamente se usa cuando un inversor, bien institucional o particular, no quiere dejar su huella en el mercado. Es decir, busca mantener el anonimato. Ahora bien, esto no tiene sentido en operaciones de poco volumen, así que es difícil que un inversor minoritas o particular pueda o quiera lanzar una orden con volumen oculto. Generalmente es una estrategia empleada por los grandes inversores, como puede ser la orden lanzada por un fondo de inversión, que quiere adquirir un gran volumen de títulos.
Habitualmente, se emplea cuando un inversor institucional va a hacer una operación con un gran volumen y no quiere mostrar todo el paquete de acciones adquirido en ese día. Así que, solamente mostrará una parte de todo lo que ha comprado. Ahora bien, las ordenes con volumen oculto están accesibles para todos los inversores que utilicen cualquier plataforma de trading. Tan solo tendrán que cumplir con los requisitos señalados – ejecutar en el día la operación y reflejar al menos 250 títulos adquirido de forma visible – para poder acceder a esta operativa.
¿Qué sentido tiene?
Principalmente el de no tirar los precios de una acción o de subirlos de forma brusca y abiertamente. Así, si un fondo quiere vender 7.000 acciones de una empresa buscará hacerlo de forma progresiva y con volumen oculto para estar en el anonimato. Al mismo tiempo, si quiere comprar también lo hará de forma oculta, al menos una parte, para no disparar el precio de la acción de forma repentina.
Así las cosas, se suelen establecer las órdenes por paquetes y van siendo ejecutados en función de que los niveles a los que vaya llegando la acción. Es una técnica muy empleada por las famosas “ballenas”, que son los grandes inversores que consiguen mover el mercado con sus movimientos. Así, los pequeños inversores deben tener cuidado cuando el precio de una acción fluctúe mucho durante una sesión porque puede que se estén ejecutando órdenes con volumen oculto. Es mejor comprar o vender en periodos de poca volatilidad en el día por este tipo de estrategias.
