Los datos de exportaciones han sido malos, y muestran contracción comparando con el año anterior. Simplemente, han sido menos malos de lo esperado. Y si han mejorado es por la devaluación del yuan...luego es difícil que la paren, aunque en estos días, estén intentando calmar los ánimos.
 

La clave no es la bolsa de China, que por cierto hoy ha bajado y está pegada ya a los mínimos de agosto. La clave es el yuan. Que se devalue o no. La caída de agosto no se produjo por la bolsa de China, se produjo, por la devaluación del yuan. La de ahora igual.
 
Hoy un directivo de Societe Generale decía que en un caso extremo en que la devaluación del yuan fuera demasiado fuerte, podría provocar una recesión general, que llevara al S&P 500 a menos de 600 puntos.
 
No es lo más probable, pero que duda cabe que las cosas se resumen muy fáciles:
 
  1. Las bolsas reaccionan muy mal a las devaluaciones del yuan, que exportan los problemas de la economía china al resto de países.
  2. A la economía china le viene bien la devaluación (por eso precisamente hoy han mejorado los datos de exportación) Y habrá más.
  3. Simplemente ahora se están tomando tiempo para calmar los ánimos.
 
Por lo tanto prudencia.
 
La otra clave es el petróleo, la correlación es muy alta. Parece que tenemos un primer soporte mayor en 30, que puede costar mucho pasar, pero el consenso es que ese no tiene por qué ser el suelo definitivo.
 
En fin, de momento vamos a ver como acaba el mes de enero. Hoy leía este artículo en la revista Funds People, que me ha dejado inquieto. Lo pueden ver aquí:
 
Lo que mal empieza…
 
http://www.fundspeople.com/noticias/lo-que-mal-empieza-229126
 
Lo que más me llamado la atención es esta estadística de JP Morgan, fíjense que concluyente:
 
s1

 
Más claro agua. Desde 1930 cuando enero es alcista de media claramente por encima de la media. Cuando enero termina mal, claramente por debajo de la media.
 
Si nos fijamos en el Dow Jones, si hoy diera una vela blanca grande, podríamos estar ante una especie de figura de estrella del amanecer, aunque bastante irregular y no perfecta, pero le tendría un aire.
 
Suele ser una buena figura para esperar rebotes.
 
¿Y cómo son de fiables este tipo de cosas? Pues la verdad es que bastante.

Existe un buen estudio realizado por dos profesores de matemáticas de la Universidad de Pittsburgh, G. CaGinalp y H. Laurent, publicado en la "Applied Mathematical Finance", número 5, entre las páginas 181 a 205.

Los investigadores estudiaron todos los valores del SP 500 entre los años 1992 hasta 1996, intentando comprobar si eran válidos los estudios de velas japonesas. Vaya por delante que hay otros estudios, por ejemplo los de Marshall, Young y Cahan, si no recuerdo mal, que mostraron que las velas japonesas siempre que se mirara una sola vela, entre 1992 y 2002 no tenían ventaja alguna sobre el mercado y, lo que era más curioso, entre 1975 y 2004 aplicados sobre el propio mercado de Tokio tampoco tenían ventaja alguna.

Pero en el estudio que nos ocupa intentaron comprobar si las velas japonesas funcionaban cuando se estudiaban como un conjunto de tres velas. Así, por ejemplo, estudiaron figuras como las estrellas del amanecer y las estrellas de la noche, entre otras figuras de tres velas.

Me parece esto más lógico, puesto que son figuras más complejas que las de una sola vela, y por tanto deberían ser más efectivas. Además me interesó inmediatamente y mucho el estudio, pues como saben, soy un auténtico apasionado del seguimiento de las figuras japonesas de tres velas, en concreto de las estrellas.

Los resultados no pueden ser más prometedores y más ilusionantes para los analistas que amamos las velas japonesas y el análisis técnico general, ya que demuestran científicamente que las figuras de tres velas japonesas tienen un poderoso poder predictivo sobre lo que va a hacer el mercado a continuación.

Hay algunas de ellas que llegan a tener un porcentaje de acierto de casi el 75%, lo cual es realmente impresionante, la regla que siguieron para el estudio fue muy sencilla, entrar en la dirección de la señal y cerrar al cabo de dos días tras la reacción inicial.

Los resultados indicaron porcentajes de beneficios medios anualizados muy altos que superaban el 100 por 100 anual. Un estudio muy importante y del que debemos tomar muy buena nota.

Queda claro que tomar decisiones en función de una vela sola y aislada es un error, las cifras de los estudios con claras. Pero en cambio, tomar decisiones en base a figuras más complejas sí puede funcionar.