Es cierto que los datos macro de China, Corea del Sur y EEUU son horribles, pero no han sorprendido a nadie. Esos datos corresponden a la debilidad económica que apreció Powell cuando capituló en diciembre y la que han detectado los miembros del FOMC. Y, por lo tanto, ya estaban incorporados al precio. Por lo tanto, si las bolsas han caído no ha sido por la debilidad de los datos macroeconómicos.

El S&P 500 se giró el viernes bruscamente a la baja al llegar a 2.860.

En ese nivel se encuentra justo una zona clara de resistencia, y para valorar el comportamiento de las bolsas durante el final de la semana pasada debemos tener en cuenta los dos hechos siguientes:

-Se ha alcanzado la zona de resistencia con los indicadores de momento "sobrecomprados".

-Y, lo que es más importante, había confianza en la continuación del movimiento al alza entre los particulares, es decir, un nivel alto de complacencia. Baste con señalar que se había registrado previamente un nivel récord de compras de participaciones de fondos de renta variable en los EEUU por parte de particulares, nivel que compensó ampliamente las salidas de fondos que se produjeran durante la matanza de la Nochebuena, y en China se produjo en una sesión un pánico comprador que provocó que las plataformas de contratación se colapsaran.

Teniendo en cuenta lo anterior y la capitulación inondicional del FED y del resto de los bancos centrales (efecto manada), creo que lo más probable es que hayamos iniciado una fase correctiva de la subida experimentada desde los mínimos de diciembre, más que un movimiento que lleve al S&P 500 de nuevo a los mínimos marcados entonces.

No soy adivino, evidentemente. Por eso me voy a fijar en niveles de soporte significativos cuya perforación podria desencadenar una importante  oleada vendedora y con ello el riesgo de una vuelta a zona de mínimos.

El S&P 500 perforó a nivel de precio de cierre el soporte de los 2.820 puntos. Representa una evidente debilidad, por lo tanto, vamos a considerar como escenario más probable que a corto plazo siga cayendo.

Vamos a tomar como objetivo la zona 2.680-2.675, mínimo del pasado 8 de febrero y máximo del 18 de enero, respectivamente.

Y mientras el S&P 500 se mantenga por encima de este nivel, mantendremos una predisposición alcista.

A muy corto plazo podría producirse un rebote, pero mientras se mantenga por debajo de los 2.825, consideraremos que lo más probable es que el mvoimiento a la baja de corto plazo iniciado el viernes continúe, sobre todo a la vista de la divergencia bajista que se dibujó en la mayoría de los indicadores de momento.

 

 

Por lo que hace referencia al DAX Xetra, podemos decir que perforó el soporte de la zona 11.400. Por ello, vamos a considerar como escenario más probable un retroceso hacia la zona de los 11.200, nivel que representa un retroceso del 0,382 del último tramo al alza y además es un soporte gráfico.

¿Volverá a mínimos? No soy adivino pero hay un detalle que debemos valorar: la operación favorita de los gestores de fondos estadounidenses es abrir una posición corta en las bolsas europeas.

Yo soy seguidor de la Teoría de la Opinión Contraria, y ello me obliga a considerar como escenario más probable que los gestores estén equivocados y que el DAX no va a volver a zona de mínimos. Y lo seguiré pensando en tanto en cuanto el DAX se mantenga por encima de 11.200.

Y además, hay un detalle de caracter fundmental: las autoridades económicas chinas van a dar un fuerte empujón a su economía y Alemania resultará muy beneficiada.

A muy corto plazo, tras la caída del viernes pasado, podria producirse un rebote, pero mientras no sea capaz de superar el 11.500 seguiré considerando como escenario más probable un movimiento hacia los 11.200.

Finalmente, vamos a echar un vistazo al IBEX.

A muy corto plazo, nos vamos a fijar en el 9.325. Y mientras se mantenga por debajo consideraremos como objetivo más probable un retroceso a la zona de los 9..090.