El mercado de futuros no comparte la visión de Powell y descuenta reducciones de tipos para 2020 y 2021.
En una entrevista que celebró el pasado miércoles, Powell se felicitó a sí mismo por el buen comportamiento de la economía de los EEUU y dejó clara su intención de seguir subiendo los tipos de interés.
Powell está llevando a cabo las medidas que, según él mismo advirtió en 2012, provocarían grandes pérdidas: “we look like we are blowing a fixed-income duration bubble right across the credit spectrum that will result in big losses when rates come up down the road. You can almost say that that is our strategy."
Por lo tanto, debemos suponer que Powell se encuentra en una posición difícil, porque sabe perfectamente que las bolsas terminarán por perforar los soportes de finales de octubre si el FED siguiera subiendo los tipos de interés al ritmo actual.
Roy Dalio precisamente dijo ayer en una entrevista en la CNBC que el FED había subido los tipos de interés a un nivel en el que ya está dañando al precio de las inversiones.
Un hecho que me ha llamado mucho la atención durante estos últimos días es el comportamiento de la rentabilidad de las notas a 2 años.
Como saben, su tendencia alcista ha sido una de las más fuertes de todos los mercados.
Pues bien, coincidiendo con las caídas del S&P 500, se está produciendo una pérdida de momento significativa de la tendencia de la rentabilidad de las notas y de los bonos. Y desde un punto de vista técnico, parece que se ha iniciado el primer tramo a la baja de una fase correctiva.
Es indudable que la caída del precio del petróleo habrá influido, porque lógicamente provoca una disminución de las presiones inflacionistas, pero también debemos plantearnos la posibilidad de que esté anticipando una desaceleración de la economía de los EEUU.
En algún momento es de esperar que la economía de los EEUU tendrá que verse afectada por el enfriamiento global, especialmente el de China.
La situación en China probablemente es peor de lo esperado. La M1 y la M2 están creciendo a ritmos muy bajos, no vistos desde ante 40 años. Y el impulso crediticio chino sigue cayendo y las empresas ya han empezado a sufrir las consecuencias.
El gobierno chino ya no puede ocultar el elevado índice de impagados de las empresas chinas.
El jueves vimos como las bolsas estadounidenses rebotaron con fuerza desde los mínimos de la sesión, marcados en las primeras horas de negociación.
La subida de Apple y JPMorgan favorecieron el rebote del NASDAQ 100 y del S&P 500. Gracias a ese rebote, tanto el NASDAQ 100 como el S&P 500 superaron su primera resistencia significativa por lo que es probable que el rebote iniciado el jueves tenga continuación a corto plazo.
El S&P 500 cerró el jueves por encima de 2.725 tras haber hecho un mínimo en la sesión del jueves en 2.669. Ahora vamos a considerar como escenario más probable que intente dirigirse a la zona de los 2.760.
El NASDAQ 100 rebotó con decisión en el 6.702 y consiguió cerrar en 6.890. Por lo tanto, vamos a considerar que ahora se dirija a la zona de los 7.025.
Apple rebotó en el 185,94 y cerró en 191,42. Ahora es probable que intente cubrir el hueco a la baja que dejó el pasado 12 de noviembre.
El rebote del S&P 500 hace muy probable que el DAX también lo haga a la apertura del viernes.
Durante la sesión de ayer, el DAX respetó el soporte de la zona 11.300, si hemos dicho que lo más probable es que el S&P 500 despliegue una nueva onda al alza, deberíamos considerar como escenario más probable que el DAX se dirija a la zona de los 11.800.
Por lo que hace referencia al IBEX, vamos a considerar como escenario más probable que intente dirigirse a la zona de los 9.340.