El S&P 500 marcó un mínimo en la sesión de ayer en 3.236 y ha cerrado en 3.244, justo en la zona de soporte que anticipamos en nuestro comentario del domingo.

El NASDAQ 100 marcó un mínimo 8.911, ligeramente por encima del soporte de la zona 8.880.

Teniendo en cuenta que existían numerosos soportes intermedios entre el cierre del viernes pasado y los mínimos de hoy, y que tanto el S&P 500 como el NASDAQ 100 prácticamente a la apertura ya los habían perforado y se habían dirigido al soporte más importante, que es el que se corresponde con los mínimos de la sesión, debemos concluir que los inversores ya han descontado el peor de los escenarios.

Lo mismo podemos decir de la rentabilidad del bono estadounidense a 10 años. La rentabilidad real del bono (una vez descontada la inflación) es prácticamente nula. La pendiente de la curva de tipos en el tramo 2-10 años se aplanó significativamente, e incluso en el plazo de 2-5 años se invirtió.

Por lo tanto, vamos a considerar que la rentabilidad del bono también ha alcanzado una importante zona de soporte.

El oro ha subido por sexto día consecutivo pero no ha superado los máximos alcanzados en los primeros días de enero. Sinceramente yo esperaba una explosión alcista y me ha decepcionado.

Por lo que hace referencia al sentimiento de los inversores, podemos ver en el gráfico que recogemos a continuación que ha abandonado la zona de extrema codicia y ha vuelto a presentar lecturas neutrales.

El DAX Xetra hizo un mínimo en 13.183,9. En esa zona existe un soporte que se corresponde con los máximos del 9 de diciembre de 2019.

El IBEX 35 marcó un mínio en 9.358, justo por debajo de la zona de soporte que tiene en 9.400.

Si tenemos en cuenta todo lo anterior vamos a considerar como escenario más probable que las bolsas reboten o se muevan lateralmente por encima de los mínimos de hoy. Los inversores presentan un sentimiento neutral lo que puede favorecer, al menos, una parada.

Desde un punto de vista económico, vamos a considerar que el coronavirus frenará el ritmo de la recuperación económica global. Y, por lo tanto, será más modesta de lo estimado inicialmente.

El coronavirus ha puesto fin a la recuperación de las bolsas iniciada en septiembre de 2019 y que fue impulsada por el FED a través de masivas inyecciones de liquidez en el mercado de "repos".

Es cierto, pero también es cierto que el FED seguirá inyectando liquidez, mensualmente en torno a 70.000 millones.

El FED ha estado ayudando a las bolsas y seguirá haciendolo para que el efecto riqueza permita a los consumidores seguir manteniendo sus expectativas alcistas y sus compras.

Por lo tanto, vamos a considerar como escenario más probable que la tendencia de la bolsa sigue siendo alcista. Y en consecuencia, puede ser vista esta corrección como una oportunidad de compra más que como el inicio de un mercado bajista.

Es cierto que los beneficios no justifican las altas valoraciones de las compañías, pero mientras el FED con su liquidez apoye a los mercados, las bolsas subirán.

No olvidemos que con el coronavirus la preocupación por la desceleración económica gobal ha vuelto con fuerza. Y Powell tendrá que luchar para mantener la confianza de los consumidores.

Ahora bien, la siguiente pregunta que debemos hacernos es cuánto permitirá el FED que caigan las bolsas sin que Powell intervenga para frenar el retroceso.

Si tenemos en cuenta que el S&P 500 ya se ha dejado desde la zona de maximos en torno a un 3%, es probable que Powell permita que el S&P 500 caiga un 2% más.

No nos engañemos, estamos ante una situación tan excepcional que las bolsas sólo caerán cuando la economía gane tracción y los beneficios se recuperen. Parece increible pero es cierto.